La defensa alega un intento de suicidio en el atropello de Málaga
El juez ordena el ingreso en prisión del ex guardia civil
El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Málaga ordenó ayer el ingreso en prisión de Antonio Bravo, el guardia civil de baja psicológica que en la mañana del sábado pasado atropelló nueve personas cuando recorrió a toda velocidad la calle Larios -la principal calle peatonal de Málaga- en ambos sentidos. Bravo está acusado de varios homicidios en grado de tentativa. La abogada de Bravo, Regina López, alegó ayer que todo se trató de un intento de suicidio. Dos de sus víctimas -turistas de nacionalidad alemana e italiana- permanecían en estado grave en el Hospital Carlos Haya. Ambas tienen fuertes golpes en la cabeza.
El juez tomó declaración al imputado por la tarde. Antes escuchó a su familia, que pidió su internamiento en un centro psiquiátrico y a los peritos que evaluaron su estado mental. La defensa de Bravo insistió ayer en que su cliente no conocía las personas que embistió con su Rover negro y que todo fue fruto de un "transtorno persecutorio" que le diagnosticaron hace 10 años. La defensa de Bravo aseguró que el guardia había empeorado notablemente de su enfermedad en las últimas semanas. "Estaba pendiente de una cita en el centro de especialidades para septiembre, pero llega tarde. Ya había escapado al control de sus familiares", afirmó.
Bravo, natural de Alhaurín el Grande, llevaba de baja desde 2003. Ocupó su último destino en la agrupación de tráfico de Lorca (Murcia) y tenía antecedentes por un intento de homicidio en Granada. Vivía solo.
El sábado de madrugada dejó constancia en un foro de Internet de su intención de suicidarse. En un extenso mensaje detalló varios incidentes con guardias de seguridad y policías que había vivido este verano. Les insultaba por impedirle denunciar un error al servirle un bocadillo y se quejaba de su "incapacidad" para instruir un atestado de tráfico. "Estoy harto de sufrir impotencia y simplemente me voy a suicidar", escribió al final de su escrito. Su familia se mostró preocupada por el estado y el dolor de las víctimas, que continúan reponiéndose.
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