POSTRE DE GORDO DISIMULADO
Se acaba el verano, ay, y el que más o el que menos, con la plácida holganza, el relax, la ingesta concupiscente de cerveza y patatas fritas y demás pecadillos veraniegos ha ganado algún que otro kilo. ¿Y qué hacemos ahora? ¿Ponernos a régimen? De ninguna manera. El trance del traje de baño quedó ya felizmente atrás, así que para qué. Después del verano lo que hay que hacer no es adelgazar. Es disimular. Camisas anchas, amplios gabanes o vestidos más o menos vaporosos y este astuto postre, ideal complemento de una dieta impostora. Un régimen de esos que fingimos hacer en plan tramposillo para que los demás nos dejen en paz. Por ejemplo, tienes invitados, llega la hora del postre y mientras los insoportables asténicos de vientre enjuto que te visitan (aprovechando para criticar tus adiposidades y gorduras estivales varias) se abalanzan sobre él, tú en plan muy mesurado sacas esto y te lo pones delante con gesto resignado diciendo: "Yo un yogurcito natural y nada más". Y eso es lo que ellos verán que tienes enfrente. Un inofensivo yogur. Pero tú, en la intimidad de tu gordura espiritual, sabes que no es cierto. Que tu postre tiene sorpresa. Que en sus entrañas esconde a la Bestia, a la bomba hipercalórica, al Armagedón de las siluetas. Y que disimuladamente te lo vas a zampar. Quieras que no, eso alegra el día. Dentro lleva un tigretón.
- Ingredientes: un envase de pastel de yogur Royal, azúcar, 1 tigretón (u otro bollito de tu preferencia), ? litro de leche. Para la versión sin disimulos (como la de la foto) un poco de mermelada de frambuesa.
- Preparación: se prepara el pastel de yogur siguiendo las instrucciones (básicamente mezclando a base de minipimer la leche con el contenido del paquete y azúcar al gusto). En un molde (yo he utilizado varios envases de yogur vacíos, que luego dan muy bien el pego) ponemos una capita de mermelada, echamos un poco del yogur líquido, parte del tigretón cortado en rodajas, otro poco de yogur (teniendo cuidado de que entre bien por los laterales), más rodajas de bollito y cubrimos el final con más pastel de yogur. Se cubre con film transparente y a la nevera. Lo dejamos allí un par de horas y listo. En los envases de yogur se desmolda muy fácilmente despegando los bordes con un cuchillo fino y pinchando un poco el fondo. Especialmente si ni siquiera le hemos puesto mermelada, nos quedará blanquito e inofensivo como una comida de convaleciente. Una vez más, las apariencias engañan.
http://cocinaparaimpostores.blogspot.com
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