Carolina de Mónaco defiende a su marido

Carolina de Mónaco ha declarado ante un tribunal alemán, que decidirá si se admite a trámite la revisión de un juicio en el que su marido, el príncipe Ernesto de Hannover, fue condenado por agresión. Un portavoz de la Audiencia de Hildesheim informó ayer de que la princesa había sido interrogada el pasado sábado respecto a los hechos por los que su marido fue condenado en 2004 sin dar detalles de su declaración. Ernesto de Hannover fue juzgado y declarado culpable por haber apaleado brutalmente a Josef Brunnlehner, propietario de una discoteca en Kenia, en el año 2000. Ahora ha pedido la revisión del juicio, que se celebró hace cuatro años y en el que fue condenado a ocho meses de libertad condicional y a pagar una multa de 445.000 euros. La causa del arranque de violencia del marido de Carolina de Mónaco fueron los ruidos de la discoteca que regenta Brunnlehner en una isla cercana a Lamu, donde Ernesto de Hannover pasaba las vacaciones.

El príncipe, jefe de la casa más antigua de Alemania, declaró en una radio africana que había sido "un placer" mandar a su compatriota al hospital. Y no era la primera vez que no conseguía controlar su furia. Ese mismo año se ganó el título de "príncipe de las palizas", concedido extraoficialmente por la prensa alemana, por emprenderla a paraguazos con un cámara de televisión que quiso grabarle saliendo de una de sus mansiones en Calenberg.

Carolina Grimaldi, en el Top Mónaco