El Ibex 35 se acerca a los mínimos

Los mercados de valores se han movido esta semana sin una dirección concreta, lo que ha favorecido una mayor influencia de las malas noticias, en particular las que llegaban desde Estados Unidos.

El Ibex 35 termina con un descenso del 1,62% y ligeramente por debajo de los 11.500 puntos, aunque el jueves terminó en 11.217,40 puntos, la segunda cifra de cierre más baja de este ejercicio.

Las causas de estos descensos están, en primer lugar, en la total ausencia de expectativas que ofrece la situación económica global en estos momentos y, en un segundo y más importante plano, en los nuevos y graves problemas que han surgido en el sector financiero estadounidense.

Varios bancos de Estados Unidos se están viendo obligados a devolver a sus clientes los fondos invertidos en activos ofrecidos supuestamente como solventes, al tiempo que deberán hacer frente a algún tipo de sanción económica. Esto no sería demasiado importante en otro momento, pero todavía hay muchas entidades que deben continuar con la amortización de activos dañados por las hipotecas de alto riesgo, lo que demuestra que el problema está lejos de resolverse.

Los valores bancarios españoles se han visto fuertemente perjudicados por el ambiente creado en torno a los valores financieros a un nivel global, sin que los asustados inversores hayan tenido en cuenta en ningún momento si los títulos que ponían a la venta estaban, o no, involucrados en el proceso.

Los tres grandes valores bancarios españoles han caído mucho más que el Ibex 35, lo que supone un importante lastre para un mercado cuyos índices se encuentran en estos momentos en un punto crítico.

El Ibex 35 se ha acercado a los niveles mínimos del ejercicio, aunque sin perder en ningún momento los 11.000 puntos. Los inversores se preguntan qué argumentos pueden ponerse sobre la mesa para evitar la ruptura de esos soportes y, la verdad, es que salvo la afirmación de que "la Bolsa está muy barata" nadie tiene a mano una solución fiable.

Los pocos conatos compradores que se han producido han encontrado siempre enfrente posiciones vendedoras en número suficiente como para frenar al más optimista de los inversores a corto, lo que ha provocado numerosos altibajos con un saldo final negativo.

El apoyo recibido semanas atrás por el descenso del precio del petróleo parece haber tocado a su fin, tras un repunte que, en la sesión del pasado jueves, situaba el precio del barril de crudo por encima de los 122 dólares en el mercado de Nueva York. Al final de la semana se rozaban los 118 dólares, pero la opinión más generalizada apunta hacia nuevas subidas por el temor a un descenso de la producción, lo que frenaría en seco las expectativas de retroceso de la inflación. -