_
_
_
_
Reportaje:PEKÍN 2008 | Atletismo

La rutina de lo esperado

Natalia Rodríguez y Ruth Beitia, lejos de las medallas en el 1.500 y el salto de altura

Carlos Arribas

El sabor de lo inesperado, un Cacho en Barcelona, una Marta en Edmonton, por ejemplo, es un gusto tan extraño para el aficionado español al atletismo que muchos que lo han disfrutado una sola vez ya han renunciado a pensar en un segundo orgasmo y hay muchos que no lo han gozado en plenitud aún en su vida y se han resignado a sobrevivir. Y ni siquiera a los que se conformarían con sacar de cualquier competición, de cualquier final, aunque sólo sea un pelín más de lo esperado, de lo esperable, se les puede considerar seres satisfechos: deben conformarse con alimentarse de rutina, la enemiga del deporte.

En los Juegos de Pekín nunca dieron con ese momento excepcional y tampoco ayer, la última jornada en el Nido, cuando se anunciaba en el cartel a Natalia Rodríguez, que hizo concebir grandes esperanzas el jueves con una maravillosa semifinal de 1.500 metros, y Ruth Beitia, que lleva años anunciando sus grandes posibilidades en el salto de altura. Rodríguez, la tarraconense que compitió en una final nueve meses después de haber sido madre, llegó a su nivel de siempre, el sexto puesto que ya había logrado en los Mundiales de 2001 y 2005, el mismo nivel en el que Mayte Zúñiga dejó al 1.500 femenino español en los Juegos de Barcelona 1992, un sexto puesto que ninguna atleta ha superado en una pista olímpica, y Beitia, la primera y única saltadora española que ha pasado de la barrera de los dos metros, se quedó ayer en 1,96, a seis centímetros de su mejor marca, a siete del bronce y a nueve del oro, que no fue para la gran favorita, la croata Blanka Vlasic, sino para la belga Tia Hellebaut, una larguirucha con pinta de institutriz, gafas y recogido en moño, que regaló a sus compatriotas un segundo mágico de exaltación atlética.

"No sabía dónde colocarme y, para no hacer el tonto, me fui atrás", dice Natalia
Ruth se quedó en 1,96 metros, a seis centímetros de su mejor marca
Más información
El Bolt del fondo
Beitia se conforma con el séptimo puesto en salto de altura

Natalia Rodríguez salió a la final, su quinto 1.500 solamente en lo que va de año, marcada por su regreso a los entrenamientos tras dos temporadas en blanco y una lesión en abril, pero con voluntad de trascender y pocos medios tácticos para conseguirlo. De entrada, no encontró hueco para que su zancada respirara libre en el pelotón del comienzo. "No sabía dónde colocarme y, para no hacer el tonto corriendo delante por la calle 2, me fui para atrás", explicó la catalana. Allí, a cola, estaba cuando Maryam Jamal, la favorita, hizo el movimiento que todas esperaban y dónde lo esperaban: un cambio brutal a los 1.000 metros que desperdigó a sus rivales. "Yo sabía que lo iba a hacer, pero éramos muchas las que lo sabíamos y todas no pudimos seguirla. Me pilló un poquito retrasada. Debería haber ido delante, pero ya iba con las fuerzas justas", dijo Rodríguez, quien se quedó en tierra de nadie, cuarta, en la contrameta, y se desgastó esprintando entonces hacia la etíope de nacimiento y bahreiní de camiseta; "pero Jamal se suicidó y nos suicidó". A la etíope la superó, ligera, elegantísima, alada, la keniana Langat en la última curva y la dejó seca. A Rodríguez, también seca, la pasaron finalmente unas cuantas. Las más resistentes, dos ucranias que acabaron segunda y tercera en una recta en la que Jamal zigzagueó borracha de ácido láctico en las venas.

Más tarde, Beitia, que ya tiene 29 años, como Rodríguez, y es una habitual de la altísima competición desde los Mundiales de París, se lamentaría. Hablaría de una oportunidad perdida, de un día para haber batido su récord de España (2,02 metros) y haber conseguido una medalla. Será esa sensación de frustración la que la motive en el próximo ciclo olímpico, que empezará en 2009 con los Mundiales de Berlín, pero no bastó para fortalecer su zancada, para enderezar su curva, para mejorar su distancia ante el listón ayer. Es un caso que parece de libro el de la saltadora cántabra, quien cuando no encuentra ningún obstáculo es la más regular: un primer nulo es, sin embargo, y casi siempre, el anuncio de un final de trayecto. En la final fue limpia hasta 1,96 metros. Con 1,99 ya no pudo. Lo contrario, lo ilógico, es la marca de la casa de Hellebaut, quien siempre se supera en la alta competición. Hizo un nulo en 1,99, en 2,01 y en 2,03, pero superó a la primera 2,05 (nuevo récord de Bélgica), lo que le valió para derrotar a Vlasic, la atleta imbatible en los mítines que tantas energías ha desperdiciado este año intentando batir el récord del mundo (2,09) en todas las ocasiones posibles. Se podrá decir que Hellebaut hizo en el fondo lo que se esperaba de ella, lo excepcional.

Ruth Beitia tira el listón en uno de sus saltos de altura.
Ruth Beitia tira el listón en uno de sus saltos de altura.EFE
Natalia Rodríguez e Iris Fuentes-Pila, tras la final de 1.500.
Natalia Rodríguez e Iris Fuentes-Pila, tras la final de 1.500.EFE

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_