Aficionados y curiosos acuden en masa a la Fórmula 1 y el circuito llega al 58% del aforo

Faltaban poco menos de 20 minutos para llegar a las dos de la tarde de ayer, hora en que estaba previsto el comienzo de la sesión clasificatoria del Gran Premio de Europa de Fórmula 1. El público, mucho más abundante que el primer día de entrenamientos, el viernes, tomaba asiento. Las gradas presentaban un aspecto mucho más saludable. Y, en ausencia de coches en la pista o famosos a los que acechar o con los que hacerse una foto, los seguidores se concentraban en las imágenes de las pantallas distribuidas frente a las tribunas por todo el circuito.

Fue entonces cuando apareció Fernando Alonso. Un primer plano del piloto dos veces campeón del mundo, el único español de la parrilla, despertó los ánimos de los presentes. El Valencia Street Circuit jaleó al asturiano. Solo unos minutos más tarde, las cámaras enfocaban a Lewis Hamilton, piloto de McLaren y ex compañero del español. A él el Valencia Street Circuit lo abucheó. Era evidente que Alonso corría en casa.

La reventa se desprende de entradas de 375 euros a 150 euros

Montmeló recibe un sábado a 65.000 aficionados, el 65% de su aforo total

El puerto acogió a tantos espectadores como curiosos de una ciudad vacía

Los responsables de Valmor, contentos con la respuesta del público

Una inesperada ola mexicana seguía el recorrido del asturiano por todo el circuito urbano valenciano. Cada tribuna le aplaudía y le jaleaba cuando pasaba por delante. El calor que la grada desprendió ante la cercanía del piloto de Renault evidenció, asimismo, que un porcentaje elevado de los asistentes a la prueba era español. Además, entre éstos había también muchos valencianos que por primera vez se acercaban a la Fórmula 1.

Al olor de la competición -las sesiones del viernes de Fórmula 1 eran las de entrenamientos libres- el público acudió en masa hacia el puerto valenciano. La afluencia ayer fue mucho mayor que la de la primera jornada. Según la organización de la prueba, la empresa Valmor Sports, el circuito acogió ayer a un total de 65.000 espectadores, alrededor del 58% del aforo del Valencia Street Circuit (algo más de 112.000 personas). Generalmente, un sábado previo a la carrera los circuitos registran una entrada que se sitúa entre el 50% y el 70% de su aforo. El otro circuito español, el de Montmeló, recibe a unos 95.000 visitantes el día anterior a la prueba, es decir, el 65% de su capacidad.

Pese a no ser una cifra muy elevada, los responsables de Valmor se mostraron contentos con la respuesta del público. Además, confían en que el número de espectadores aumente considerablemente en el día de hoy, con la disputa de la carrera de Fórmula 1 y el resto de pruebas de categorías inferiores, como la Fórmula 3, la Fórmula BMW y la GP2, considerada la antesala de la F-1 y en la que forman tres españoles, Javier Villa, Roldán Rodríguez y Adrián Vallés, quien, como motivación extra, corre en casa.

Aunque no se han vendido todas las entradas en los puntos oficiales, y pese a conocer que muchas agencias de viajes y particulares que buscaron hacer su agosto con la reventa se han quedado con muchas entradas sin vender, parece que la ley del mercado ha terminado funcionando. La ley de la oferta y la demanda nunca falla. Y puestos a perderlo todo, los dispensadores no oficiales de entradas para el gran premio han rebajado sus expectativas. Ayer un par de amigos logró colocar 40 entradas de 375 euros a 150 euros. Han perdido dinero. Claro. Pero, al menos, han recuperado parte de su maltrecha inversión.

Lo cierto es que el centro de la ciudad de Valencia muestra un aspecto casi desolador estos días. Sólo cuando uno se acerca a la zona del Marítimo adivina qué está ocurriendo: media Valencia está en el puerto, con entrada o sin ella, y la otra media, de vacaciones. Muchos valencianos se acercan a los alrededores del circuito para, al menos, calibrar cómo de caldeado está el ambiente o comprobar cómo de ruidosos son los monoplaza. Algunos, los más avispados, rasgaron ayer las lonas que cubren las vallas con las que se separa el circuito de la calle y, a través de minúsculos agujeritos, pudieron ver a Alonso y sus compañeros de parrilla. Así transcurrió el sábado.

Hoy, quienes quieran pasear también por la zona pueden además seguir la carrera, a partir de las 14.00, desde una pantalla gigante que se instalará en la playa de la Malva-rosa, junto al hotel de las Arenas. Será un domingo diferente.