Kilómetros de pura adrenalina
De África al Ártico, las rutas aventureras se multiplican. Observar rinocerontes en Nepal, cruzar el Atlántico en velero, remar entre icebergs y otras experiencias memorables
Mito o realidad? La crisis existencial de cada década está ahí, invisible pero acechante, dispuesta a hacerle pasar a uno el mal trago de unos revolcones emocionales. ¿Combatirla con los medios tradicionales? ¡Ni hablar! Ni comprar un coche nuevo, ni volver a redecorar la casa... Lo mejor es cambiar de aires, aunque sea por dos semanas. Apuntarse a ese viaje fantástico, aventurero, increíble, ese que siempre se creía incapaz de hacer. Una buena dosis de adrenalina, o simplemente de autoestima, superando retos, puede ser muy efectivo. Y, sin duda, muy divertido. Once viajes para todos aquellos que buscan romper con la rutina y vivir una experiencia que lo cambia todo.
01 Dormir con hipopótamos en el Okavango
Si de pequeñito no frecuentaba los Boy Scouts de su barrio. O simplemente es tan urbanita que nunca ha dormido en una tienda de campaña, un viaje en camión todoterreno por Botsuana y Zambia, durmiendo en campamentos en mitad de la selva, sin más ruido que el rugido de los hipopótamos en la charca de al lado, ni más compañía que una procesión continua de elefantes que pasan a pocos metros de su tienda camino del río para beber agua al caer la tarde, puede ser la experiencia que marque su vida. O al menos, el viaje que le saque del aburrimiento total. Lo organizan varias agencias y es apto para todos los públicos. Se viaja en un camión especial adaptado como autobús todoterreno y sale desde las cataratas Victoria, en la frontera entre Zambia y Zimbabue, una visión que por sí misma ya justifica el viaje. Luego se cruzan los parques nacionales de Chobe y Sabuti (la mayor concentración de elefantes del África austral, más de 60.000 ejemplares), ambos en Botsuana, y se termina recorriendo en mokoro (piragua autóctona) el delta del Okavango, el humedal más impactante y mejor conservado del continente negro. África en estado puro para sacar del marasmo al más apenado.
» Lo organizan las agencias Marco Polo (www.clubmarcopolo.com), Ámbar (www.ambarviajes.com) y
Kananga (www.kananga.com). Hay varias salidas programadas de junio a noviembre y cuesta entre 2.400 y 2.900 euros, según la duración (de 15 a 26 días).
02 En kayak por Groenlandia
Remar en tu propio kayak entre icebergs, cuevas de hielo, paredes de roca y cascadas de aguas heladas no parece la mejor manera de iniciarse en el arte de la canoa. Pero la agencia que organiza esta aventura de 17 días de duración asegura que no es necesaria ninguna experiencia previa en el manejo de estas embarcaciones. Bastan las ganas de descubrir una de las últimas tierras vírgenes del planeta, Groenlandia, de una manera cercana a como vive la población local. A quienes elijan este remedio viajero les espera un recorrido de 160 kilómetros por frentes glaciares y tierras deshabitadas, ya sea a pie o en canoa, siempre en contacto con la escasa población esquimal de la zona y avistando miles de focas. Está casi garantizada la visión de auroras boreales y un dolor memorable de culo y brazos, si antes nunca ha remado durante largas travesías en un kayak. Pero serán las agujetas más reconfortantes y pletóricas de su vida. Y al fin y al cabo es mejor tenerlas en el trasero que en el alma.
» Tierras Polares (www.tierraspolares.es; 913 64 16 89 y 629 43 22 28). Salidas de un máximo de 12 personas y sólo en verano. Cuesta unos 2.300 euros.
03 De España a Martinica, en velero
No hay que ser un lobo de mar para cruzar el Atlántico a vela. Ni tener el título de capitán de superpetrolero. Te llevan. Lo cual no quita ni un ápice de mérito a la aventura de llegar a América como lo hizo Colón. Lo organiza una empresa especializada en el turismo náutico y el alquiler de barcos y se hace en noviembre, cuando los vientos son favorables, a bordo de dos fabulosos barcos de crucero oceánico, el Zulú y el Maxi Fortuna (el mismo que dio la vuelta al mundo en la regata de 1989). La aventura empieza en Alicante el 13 de octubre, pero uno puede incorporarse en la escala que hacen en Las Palmas el 8 de noviembre. La llegada a la isla de Martinica está prevista para el 29 del mismo mes. Durante la travesía, los pasajeros ayudan en las tareas del barco y tienen tiempo de sobra para escribir sus diarios de a bordo y disfrutar de una experiencia única en la vida: la de estar rodeados por la inmensidad del océano Atlántico. También se puede hacer el viaje de vuelta, programado para mayo de 2009.
» Aproache (915 91 34 52 y 932 25 02 66; www.aproache.com). La travesía desde Las Palmas a Martinica cuesta 4.500 euros más un fondo diario de entre 35 y 40 euros por persona para comida y combustible.
04 Rafting en el cañón del Colorado
El rafting comercial más largo y adrenalínico del mundo. Y con las vistas más insuperables. La mayoría de los visitantes se conforman con ver el gran tajo excavado por el río Colorado desde los miradores de Grand Canyon Village. Pero para entender y conocer de verdad la magnitud de este accidente geográfico, nada como meterse en el propio río a bordo de una balsa de goma y dejarse llevar por los rápidos y turbulencias de sus aguas achocolatadas. Es uno de los mejores raftings del mundo y está todo preparado para disfrutarlo sin mayores riesgos ni esfuerzos físicos. Varias empresas locales organizan viajes en balsas neumáticas de diferente duración, desde excursiones de un día hasta auténticas expediciones de una semana, con un recorrido de más de 275 kilómetros y la travesía de unos 60 rápidos, acampando cada noche en sus riberas, al pie de los grandes y fotogénicos farallones excavados por la erosión.
» White Waters (www.whitewater.net) y
Western Rivers Expeditions (www.westernriver.com). El viaje de siete días cuesta entre entre unos 1.530 y 2.000 euros; el de tres días, entre 745 y 815, aproximadamente. La temporada de rafting abarca de abril a septiembre. Conviene reservar con bastante antelación.
05 Nadar entre tiburones
¿Está depre porque piensa que quienes le rodean le miran mal? Pues haga un curso de submarinismo y bucee entre tiburones. Entonces sabrá lo que es una mirada fría y asesina. Pero no pasa nada. La película de Spielberg les dio muy mala fama a los pobres escualos, que, sin embargo, rara vez atacan a los submarinistas. En cambio, bucear entre ellos en un atolón de coral o en mar abierto produce un subidón de adrenalina que termina por ser adictivo. Y la mar de relajante. Si no tiene el título de submarinista (Open Waters Diver), se puede obtener en cualquier centro de buceo por unos 350 euros en un curso que dura entre cuatro y cinco jornadas. Con esa titulación ya se puede bucear en arrecifes de coral, por ejemplo, de Maldivas, Cuba o el mar Rojo, donde es fácil ver tiburones punta blanca y grises. Con una titulación más avanzada se pueden hacer inmersiones más complejas en las islas Galápagos o en algunos puntos del Índico en compañía de cientos de tiburones seda, grises o martillo, y con un poco de suerte, del enorme tiburón-ballena. Una experiencia única en la vida.
» Abando Dive Travel (902 30 40 51; www.abandodive.com) y Última Frontera (915 71 84 70; www.ultima-frontera.com) organizan viajes de buceo por todo el mundo. Pasar una semana a bordo de un crucero especializado en buceo en el mar Rojo sale por unos 1.200 euros. En las islas Maldivas, con alojamiento en un resort de playa, unos 1.700 euros.
06 Paso a paso, por el Camino de Santiago
Es un clásico, pero nunca falla. La aventura vital de caminar durante cientos de kilómetros hacia la tumba del Apóstol le ha cambiado la vida a mucha gente porque es mucho más que una simple marcha senderista. La magia de caminar por una ruta llena de historia y arte; el reto de andar durante días y días soportando ampollas, tendinitis, frío y calor; el hecho de compartir momentos especiales en albergues o en la propia senda con gente desconocida que anhela el mismo sueño que usted y de la que al segundo día de compartir fatigas se siente tan cercano como si fueran antiguos compañeros de colegio, y la emoción de entrar por fin en el Obradoiro compostelano tras haber superado mil penalidades, hacen de este viaje la aventura perfecta para momentos personales difíciles. Y mejor hacerlo solo que mal acompañado. Hay muchos caminos a Santiago. El más conocido y más recomendable para primerizos es el Francés, que empieza en Roncesvalles y pasa por Pamplona, Logroño, Burgos y León, aunque en verano está muy masificado. El Camino del Norte (de Irún a Compostela por la cornisa cantábrica) es el más recomendable para verano. El Portugués (que empieza en Lisboa) recorre la mitad norte del país vecino. La Vía de la Plata empieza en Sevilla y pasa por Mérida, Cáceres, Salamanca y Zamora.
» En la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela (Rúa do Vilar, 1; 981 56 24 19 y 981 56 65 77) y en la oficina del Xacobeo (Rúa do Vilar, 30-32; 902 33 20 10) informan de las diversas asociaciones de Amigos del Camino, donde dan información sobre las rutas, albergues y credenciales de peregrino. También en la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino (941 24 56 74; www.caminosantiago.org).
07 Un crucero a vela por las islas griegas
Un crucero clásico por las islas griegas no parece el mejor modo de desconectar. Pero si es en un barco a vela, la cosa puede ser mucho más excitante y novedosa. Hay varias maneras de abordar la experiencia. Una es a bordo del Star Clipper o el Star Flyer, dos barcos de reciente construcción (1991 y 1992) que reproducen el modelo de aquellos clipper (barcos rápidos de casco estilizado) del siglo XIX, con sus cuatro mástiles y su gran juego de velas. A bordo caben 150 personas en camarotes dobles y triples, con el mismo tipo de confort que en un crucero clásico, sólo que éste se mueve (siempre que el tiempo lo permita) a vela. Navegan entre mayo y septiembre desde Atenas a las islas de Delfos, Mikonos, Samos o Patmos, en viajes de una semana. Si se busca algo más íntimo, varias empresas de alquiler de barcos organizan cada año flotillas de veleros de un máximo de 11 metros de eslora para quienes quieran vivir la experiencia de navegar por el Peloponeso sin tener el título de patrón. En ese caso se puede alquilar el barco completo con patrón y cocinero o contratar plazas individuales en barcos que se van completando con otros viajeros solitarios.
» Taller de Viatges Agama (932 15 73 20; www.agama.net) comercializa en España los cruceros por las islas griegas en el Star Clipper; una semana en camarote doble cuesta entre 1.470 y 2.540 euros; funcionan de mayo a octubre. Greco Tour (www.grecotour.com),
Aproache (www.aproache.com) y Latitud 42 (www.latitud42charters.com), entre otros, alquilan barcos con o sin patrón en las islas griegas.
08 Tailandia en bicicleta
¿Por qué no? No hay que ser Induráin, ni Contador. La bicicleta permite viajar a la velocidad exacta para sentir el paisaje y las gentes que lo habitan de forma mucho más intensa que con ningún otro medio de transporte. Y es ideal para recorrer países. Se puede plantear la aventura tan fácil o difícil como uno desee. Por ejemplo, recorrer Holanda o Alemania o Suecia o Francia por carriles-bici y zonas llanas, con paisajes idílicos y buenas infraestructuras pensadas para los cicloturistas. Algo más intenso: Marruecos en bicicleta de montaña. Incluso se pueden recorrer países exóticos y tropicales, como Tailandia, con empresas locales que se encargan de poner todo, desde el equipo hasta un coche de apoyo y guías.
» Bike Spain (915 59 06 53; www.bikespain.info) organiza viajes en bicicleta en grupo o a la carta por España y Europa. Siam Bike Tours
(www.siambiketours.com) tiene varios recorridos por Tailandia en bici (de Bangkok a Koh Samui, siete días, 740 euros; no incluye el billete aéreo).
09 'Ochomiles' y rinocerontes en Nepal
Después de años de guerrilla maoísta y tras la conversión del país de monarquía a república, la estabilidad social y política ha vuelto a Nepal, por lo que el país de las sonrisas al pie del Himalaya vuelve a estar de moda. Un destino único para quienes busquen exotismo, grandes montañas y un pueblo extraordinariamente amable. Un viaje redondo es el que combina un trekking por los Annapurnas, atravesando arrozales, bosques de bambú, collados de más de 4.000 metros y aldeas remotas, y luego un safari por el parque nacional de Chitwan, al sur del país, donde aún viven tigres de Bengala y rinocerontes. Una mezcla sorprendente (desde los ochomiles nevados hasta las selvas tropicales) que sólo puede darse en este sorprendente país.
» Club Marco Polo (902 10 12 00; www.clubmarcopolo.es) tiene viajes a Nepal de 17 días de duración con salidas regulares todas las semanas entre septiembre y mayo desde 1.800 euros. Viatges Tuareg (932 65 23 91; www.tuaregviatges.es) organiza viajes en grupo e individuales a Nepal, combinando el trekking por los Annapurnas con el parque nacional de Chitwan, desde 2.400 euros.
10 El espectáculo de la alta montaña sin ser montañero
Aunque hay atrevidos (o ignorantes) que dicen que escalar hoy el Everest no tiene mérito porque hay agencias que te lo organizan todo (habría que verlos a ellos haciendo cumbre, por mucho que se lo organizaran), hollar el techo del mundo sigue siendo un reto para iniciados. Pero a poco que uno se entrene un poco durante el año y se lo proponga, hace cima en una montaña de más de 6.000 metros en el Himalaya o en los Andes, si está al alcance de muchos más mortales. Más aún si va en una expedición o un trekking organizado por una agencia experta, con guías cualificados y porteadores. Por ejemplo, el Mera Peak, en Nepal, tiene 6.500 metros y es relativamente fácil (muchas expediciones profesionales lo suben como aclimatación). O el Cotopaxi y el Chimborazo, dos volcanes activos en Ecuador, de 6.000 metros de altura, cuya ascensión es una de las más bellas experiencias montañeras que se puedan hacer en Suramérica. Y si no quiere -o no puede- ascender, pero quiere ver de cerca el maravilloso espectáculo de los ochomiles del Himalaya, pruebe con un trekking al campo base del Everest. Tras 20 días caminando le quedarán pocas ganas de acordarse de la crisis de los 40.
» Viajes Sanga (914 45 59 60; www.vsanga.com) organiza expediciones individuales y colectivas a las principales montañas del mundo.
Viatges Tuareg (932 65 23 91; www.tuaregviatges.es) organiza un trekking de 21 días al campo base del Everest por unos 2.400 euros.
11 Sólo para auténticos deportistas: el Polo Norte
Y una última propuesta, mucho más extrema, alcanzable sólo para muy pocos debido a las exigencias físicas y psíquicas, y también a su precio elevadísimo: 17.900 euros. Pero para quien se encuentre en este reducido grupo capaz de hacerlo y pagarlo, sin duda es un viaje único. A Robert Peary le costó 23 años lograrlo. Y otros muchos se dejaron en ello la vida. Pero hoy ya se puede cumplir esa aventura soñada, pisar el extremo norte del globo terráqueo, con garantías y seguridad, pero, ¡ojo!, siempre que se esté en muy buenas condiciones físicas y se tenga mucha práctica con los esquís. Varias empresas organizan viajes con esquís hasta los míticos 90º Norte caminando sólo los últimos 100 kilómetros (¡que no es poco!). La aventura comienza en las islas Svalvard, que pertenecen a Noruega y son el territorio habitado más cercano al Polo Norte. Desde allí, un avión de carga Antonov lleva a la expedición hasta el campamento base de Barneo, ya en la banquisa polar. Allí empieza la verdadera odisea: avanzar sobre el océano Glaciar Artico helado arrastrando una pulka con todo el equipo. Durante los 10 días que dura la travesía, el único contacto con tierra firme es la radio. A cambio se ofrecen los más soberbios y solitarios paisajes que se puedan imaginar y la satisfacción de ser uno de los pocos que han alcanzado por tierra el Polo Norte. De nuevo, la advertencia: si no está preparado (o es friolero), éste no es el viaje de su vida.
» Varias empresas y particulares organizan este tipo de aventura. Entre ellos, Borge Ousland (www.ousland.no), el explorador noruego que fue el primer humano en llegar al Polo Norte solo y sin apoyo exterior; este año, el precio de la expedición fue de 20.900 euros. Desde España lo organiza Tierras Polares (www.tierraspolares.es), que tiene una salida para abril de 2009 guiada por Ramón Larramendi, el mejor explorador polar español de todos los tiempos. El precio: 17.900.
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