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POR LA CUERDA | PEKÍN 2008 | Atletismo
Columna
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Un problema de mentalización

Puedo imaginar lo que pensaba María cuando la italiana le comía el bronce. En esas circunstancias sólo deseas que al otro le ocurra cualquier cosa para que no te adelante. A mí me pasó algo similar en Oslo. Corría la milla, entraba el primero en la recta de meta y, ¡caray, parecía que andando iría más rápido! Iba en récord de España... y me acabaron pasando siete tíos. No podía con las piernas. María dice que ayer sufría un dolor de isquiotibiales, que estaba agotada. En todo caso, la sensación de impotencia es la misma.

Meritorio diploma, pero seguimos sin medallas en el atletismo. María lo dio todo. Su genio me recuerda al de Marta Domínguez, que tampoco se da por vencida. No dudo que los demás también se esfuerzan al máximo y por eso me sorprenden las declaraciones de algunos atletas, extrañados por las críticas recibidas. Yo, lo que veo, es que acaba la competición sin medallas. Y que si el atletismo español se va de vacío... es un fracaso. Pienso que el fallo reside en la poca mentalización hacia la competición, en creerse inferior a otros atletas. Y en esta carencia que intuyo, sólo exceptúo a Marta.

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"He sufrido desde que salí"

¡Aunque nunca es tarde para estrenarnos! Una de las candidatas a medalla es Natalia Rodríguez. Confío en ella porque es una superclase. Es la única española que ha ganado una prueba del Grand Prix y es la plusmarquista nacional de 1.500m (3m 59,51s). Su coraje, después de ser madre, le hizo conseguir a última hora la mínima para Pekín. Y ahora se verá en la final y su motivación será especial. Ayer, por ejemplo, corrió sobrada su semifinal. Estuvo resguardada atrás, como hace siempre, aunque en la final deberá situarse en cabeza porque a 500 metros se lanzará la carrera... y entonces vendrán los nervios. ¿Recuerdan el sofoco de Higuero en la final masculina, para terminar alcanzando sólo el quinto puesto? Está claro. Si la carrera te pilla, que te pille delante. La bahreiní Maryam Jamal, como hizo Ramzi, saldrá como una escopeta tras la campana... y Natalia tendrá que estar atenta y pegada a ella.

La favorita es la bahreiní. Pero cuidado, porque las demás pueden beneficiarse de la sanción a las atletas rusas. Todas las rusas vuelan bajo los cuatro minutos de forma habitual y, sin ellas, que siempre corren delante marcando el ritmo, la final será más lenta. El tiempo se aproximará a 4m 2s, una marca en la que tanto Natalia como Iris Fuentes-Pila -maravillosa también en su semifinal- pueden optar a las medallas. Y ojo con Iris. No tiene la experiencia de Natalia ni su reprise. Pero sin rusas, todo es posible.

No me olvido de Ruth Beitia. En la final de mañana, si bate su récord nacional de altura (2,02m), aunque sea por uno o dos centímetros, tendrá muchas posibilidades de medalla. No pierdo la esperanza de romper el cántaro.

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