Y aún puede correr más rápido
Increíble. ¿Qué otra cosa se puede decir de Usain Bolt? Ha hecho una carrera absolutamente increíble; más aún que la de los 100 metros del sábado. Esta vez ha corrido la carrera entera y se ha esforzado de verdad por ganarla. Quería batir ese récord mundial y lo ha conseguido.
Aunque siempre he dicho que podría hacerlo, sinceramente no creía que pudiera hacerlo tan pronto.
Su entrenamiento no estaba orientado a la resistencia con velocidad, y eso es lo que se necesita en los 200 metros.
Pero ayer lo hizo fenomenal. Y le felicito por haber mejorado mi récord dejarlo en los 19,30 segundos.
Tuvo una salida estupenda y fue ganando ventaja nada más empezar. En los 100 metros, en cambio, fue el último en la salida, pero esta vez salió y cogió distancia.
Su fase de progresión fue increíble. Recorrió la zona escalonada con mucha rapidez y su transición de la curva a la recta ha sido excelente. Puso una gran distancia entre él y los demás y, después, sólo fue cuestión de esforzarse todo lo posible hasta alcanzar la línea de llegada.
He dejado claro desde el principio, aunque a la gente le cueste creerlo, que no siento nada respecto a que se haya batido mi récord. Los récords mundiales no son como niños a los que se tenga cariño y a los que no se quiera dejar marchar.
Yo lo veo como un logro con el que tengo una conexión. Estoy orgulloso de haberlos conseguido y de haber trabajado muy duro para batirlos. Eso es lo que es especial para mí.
Pero no me he pasado los últimos 12 años despertándome cada día con el pensamiento de que soy el hombre que posee el récord mundial. Eso no es ninguna hazaña. Si aún siguiese compitiendo, sería una cuestión diferente, porque podría superarme y volver a batirlo.
Lo curioso del récord mundial de los 200 metros, en comparación con el de los 100, es que habitualmente se ha mantenido durante periodos muchísimo más largos. Las progresiones en los 100 metros han sido mucho más constantes, pero en los 200 metros se tiende a seguir igual durante mucho, mucho tiempo.
Cuando yo lo batí en 1996, no había cambiado desde 1979, y Tommy Smith hizo una marca de 19,8 segundos para ganar en Ciudad de México en 1968. Siempre he sentido que lo superé en el momento en que debía hacerse. Creo que hay un factor psicológico en ello y también que se presta menos atención al récord de los 200 metros en comparación con el de los 100.
Claro que, de vez en cuando, surge el atleta del momento, y creo que Usain Bolt es ese atleta. Me ocurrió a mí en 1996, ocurrió con Carl Lewis en 1996 y con Jesse Owens en 1936 y ahora está ocurriendo con Usain.
No sólo quiere ganar carreras y medallas; quiere medir los límites de la capacidad humana. Me alegro por él y le felicito por haber batido mi récord.
Más aún, a pesar de todo lo que ha conseguido en Pekín, sigo creyendo que puede correr más rápido e incluso mejorar ambas marcas. Todavía podemos esperar mucho más de Usain Bolt.
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