"Los 'hippies' fueron semillas que aún no han germinado"

Sigue dando vueltas por las galaxias, pero no está tan colgado en la estratosfera como pueda parecer a veces. Tras casi 10 años sin sacar un álbum con canciones nuevas, Pau Riba (Palma de Mallorca, 1948) lanza el que considera "el primer disco" de su "segunda etapa artística". Virus laics saldrá al mercado en septiembre y lo presentará oficialmente en el Mercat de Música Viva de Vic. Pero ya lo está rodando. Primero fue en el Figa Rock y ahora llega el segundo "preestreno", que tendrá mañana como escenario la plaza de Rovira de Gràcia dentro del cartel del Festigàbal, una cita con actuaciones gratuitas que organiza el bar Heliogàbal (www.heliogabal.com).

Sobre las tablas habrá una veintena de personas, entre los integrantes de su nueva banda, Dic Emsembla -en la que ha reunido a músicos de los tres grupos con los que suele irse de gira: Mil Simonis, De Mortimers y Muuu-, y los artistas invitados. Y lo que se oirá serán cosas tan extrañas y divertidas como una versión marciana de El Virolai, el Rap Hiparoxiològic (compuesto a partir de textos de Francesc Pujols) y una rima sarcástica titulada PP...SOÉ en la que carga contra unos y otros por sus dejes "anticatalanistas". "Del PP ya lo esperas, pero lo peor es que también se sume el PSOE. Eso es lo doloroso", afirma.

En septiembre llega su nuevo disco con una versión llena de 'rauxa' del 'Virolai'

El humor y la sátira con la que se enfrenta a la tradicional letra de Rosa d'abril, morena de la serra (enfatizada por las imágenes iconoclastas incluidas en el disco) tienen tela. "Como pasé una infancia muy religiosa, tengo muchas ganas de meterme con todo esto. No tanto con el cristianismo, sino con el catolicismo, la Iglesia y esa gran multinacional que se ha montado el Vaticano", explica.

Y, en su caso, nada de renuncias: "En los sesenta viví la utopía hippy. Creo que estamos realmente en un cambio de era y de civilización. Los hippies fueron semillas que aún no han germinado. Tardarán 1.000 años o 400, pero al cristianismo también le costó siglos imponerse. El objetivo de los hippies era trazar una nueva moral, una nueva ética y una nueva estética. Desde entonces no se ha dado nada nuevo en este aspecto. Todo de lo que ahora hablamos, desde el ecologismo al pacifismo, nació entonces. Lo que está claro es que la filosofía de los assenyats no va a ninguna parte".

Del disco señala su unidad, aunque haya tirado un poco de retazos de canciones antiguas para crear nuevos temas. Así, algunas ya las cantaba en sus conciertos, otras se las habían encargado y también ha musicado poemas propios que hasta ahora sólo recitaba (como la escatológica pieza en la que nos recuerda que él también mea). "En estos temas se defiende la rauxa contra el seny", señala el artista, y añade: "Las patums que asoman en el disco, desde Pujols y Dalí a Llull, salen de esa línea. Es la Cataluña esotérica y arrauxada que siempre se ha tenido que defender a sí misma".

Otra de las peculiaridades de este disco, que ha realizado a lo largo de dos años, es que se lo ha producido él. Por lo tanto: libertad total. "Cuando digo que lo he hecho solo, me refiero a que ha sido sin industria, sin discográfica", matiza. "Pero he tenido muchas colaboraciones, sobre todo de Antonio Puertas, que ha sido mi maestro y con el que hemos trabajado mano a mano".

Insiste en nombrar a todos los colaboradores y también en remarcar algo que es omnipresente en el álbum, la importancia de la palabra, que más allá de juegos fonéticos y poéticos, es también reflejo de pensamientos y, naturalmente, de un gamberro sentido del humor. "Ahora se ha puesto de moda no decir nada, que las cosas y la música sean para pasar el rato. Pero no puede ser así. Hay muchas cosas que decir y es el momento de hacerlo, aunque muchos prefieran no oírlas".