Locarno premia la ópera prima del madrileño Enrique Rivero
El filme mexicano narra la historia real del indígena Beto
Por una vez, las predicciones fueron acertadas. El madrileño Enrique Rivero se alzó ayer con el Leopardo de Oro a la mejor película, máximo galardón del Festival de Locarno, con la producción mexicana Parque Vía. La ópera prima de Rivero, ingeniero industrial reciclado como cineasta, narra la historia de un indígena mexicano que vive aislado durante décadas como cuidador de una casona. "Este premio es muy importante porque mi película recibe un espaldarazo que, espero, le permitirá una carrera internacional", comentó el realizador tras conocerse el palmarés del festival.
La ficción se inspira en la vida real de Norberto Coria, o Beto, hombre solitario y humilde que ve destruida su rutina cuando la propietaria de la vivienda que cuida decide vender la casa. Una situación que recuerda al punto de partida de Bienvenido, Mr. Chance, dirigida por el estadounidense Hal Ashby e interpretada por Peter Sellers. Podría decirse que Parque Vía narra en clave latina los días previos al comienzo de esta histórica película. Enfrentado al mundo real y a la pérdida de su paraíso privado, la reacción del protagonista es de las que no se olvidan. Beto en persona acudió a Locarno, en el primer viaje de su vida fuera de México, a defender Parque Vía.
Rivero, nacido en 1976, vivió en México y Estados Unidos antes de instalarse de nuevo en la capital española hace ocho años. Autor de los cortos Nidra y Schhht!, fue ayudante de dirección de La influencia, de Pedro Aguilera. En su próxima película, adelantó, quiere "explorar otras formas narrativas".
Esta edición del histórico festival estuvo marcada por la polémica, en un momento de transición en el que el actual director artístico, Frédéric Maire, se dispone a abandonar los mandos del certamen suizo para dirigir la Cinemateca Nacional. Con la incógnita de quién será su sucesor, en Locarno se han enfrentado dos formas de entender cuál es el sentido de un festival de cine hoy. Mientras Marco Solari, presidente de la cita, defiende un "festival de arte y ensayo" centrado en la calidad de las películas y en el descubrimiento de obras de cinematografías periféricas, Nicolas Bideau, responsable de cine del Gobierno suizo, pide un cambio de timón que haga a Locarno atractivo para las estrellas internacionales y las grandes producciones.
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