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Reportaje:

Robinho estira la cuerda

El brasileño amenaza con irse al Chelsea si el Madrid no le paga más

Eleonora Giovio

Como buen brasileño, no soporta la lluvia. Ni el cielo gris. Pero estaría dispuesto a vacunarse contra la meteoropatia (eso de levantarse de muy mal humor si en el exterior llueve o no luce el sol) y aguantar la niebla de Londres y del Támesis. Parece que, además del clima, hay otra cosa que hace feliz a Robinho: el dinero. El brasileño del Madrid, que hasta hace un par de meses se paseaba con su sonrisa por las instalaciones del club, se ha convertido ahora en una bomba de relojería. Pide una mejora sustancial de su contrato o amenaza con irse de Chamartín. Todavía no lo ha dicho públicamente, pero el pasado miércoles golpeó a la puerta del chalet de Ramón Calderón para exigirle un sueldo "conforme" a su nombre y presentándole la oferta que había hecho el Chelsea, de entre 25 y 30 millones de euros, para hacerse con sus servicios. "No estás en venta", le contestó el presidente.

"Su representante le está comiendo el coco", dice uno de los técnicos
El jugador cobra 2,1 millones, Mijatovic le prometió 3,5 y el Chelsea le ofrece 6
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"Le están comiendo la cabeza. Hay demasiados representantes que quieren enriquecerse a costa de los demás. El de Robinho [Ribeiro] ha decidido que tiene que irse al Chelsea como sea y ahí está, comiéndole el coco con que si aquí no gana lo suficiente y con que si hay gente que gana más que él", asegura uno de los técnicos. El jugador, de 24 años, fichó en el verano de 2005 y tiene contrato hasta 2010. Cobra 2,1 millones netos por temporada -Drenthe y el recién traspasado Baptista, por ejemplo, perciben el doble- y considera que su sueldo no se adecúa a su nombre.

A finales de la temporada pasada, Pedja Mijatovic, el director deportivo, le ofreció firmar por cinco años más (hasta 2013) por 3,5 millones, casi la mitad de lo que le ofrece el Chelsea de Abramóvich y Scolari. El club inglés ha prometido al jugador un sueldo neto anual de 6 millones de euros. "No hay ningún caso Robinho. Sí que estuvo molesto en la pretemporada, pero todo se ha solucionado y él está entrenándose con normalidad", dicen en el cuerpo técnico. Lo mismo opinan sus compañeros, quienes aseguran que las caras largas pertenecen al pasado. El brasileño, que tenía pensado participar en los Juegos con la canarinha, finalmente tuvo que renunciar. "Infelizmente, no voy a poder estar en Pekín con la selección. El Madrid ha decidido que es mejor que haga una buena pretemporada", declaró en el aeropuerto de Barajas el día en que la expedición blanca salía rumbo a la concentración austriaca. Resultado: una semana sin asomar la nariz fuera del gimnasio por una presunta "pubalgia". La misma que, según los médicos del Madrid, le impidió viajar a Pekín.

Así que, mientras el resto de sus compañeros se machacaban en doble sesión en el pequeño campo de entrenamiento de Irdning, él buscaba cobijo en el gimnasio. Desde allí escuchaba los últimos episodios del culebrón Ronaldo. Empezó a sentirse marginado. No tanto por Bernd Schuster, que en ningún momento pensó prescindir de él y así se lo hizo saber, sino por el propio Mijatovic, quien se planteó venderle para hacer caja y lograr que el desembolso por el portugués no fuese tan dramático.

Pero Ronaldo se quedó finalmente en el Manchester y Robinho está sacando provecho de la situación que se ha creado. En el club están tranquilos. Creen que Schuster ha hecho lo suficiente para convencerle de que es una pieza clave del equipo. Ven "difícil" que se plante y están convencidos de que la dirección deportiva retocará adecuadamente su contrato. "Sólo faltaría que se fuera Robinho ahora", dicen algo molestos en el cuerpo técnico.

Ayer estaba previsto que Mijatovic se reuniera con el representante de Robinho, pero, debido a los viajes del primero, la reunión se ha vuelto a aplazar hasta el lunes. El brasileño pedirá cobrar unos 4,5 o 5 millones por temporada. De lo contrario, amenazará con irse a Londres.

Robinho, durante un entrenamiento con el Madrid.
Robinho, durante un entrenamiento con el Madrid.AFP

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Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

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