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Crónica:PEKÍN 2008 | Atletismo
Crónica
Texto informativo con interpretación

"No he sabido estar a la altura"

Manolo Martínez, fuera de la final de peso

El templo del lanzador acabó convertido en altar de sacrificio. "Entré y tuve la misma sensación que pudieron tener los gladiadores al salir a la arena del circo de Roma", decía Manolo Martínez, lanzador de peso, el primer día que vio El Nido. "El estadio es descomunal, algo nunca visto". Vio Martínez los techos curvados y las paredes entrelazadas, calculó la inclinación de las gradas y la prestancia del pebetero, y creyó haber encontrado un templo del atletismo. Su corazón se aceleró, igual que su ánimo combativo, y pensó en lograr una ristra de marcas personales del año que le colocaran en la final. Pero Martínez logró ayer un mejor tiro de 19,81m. No hubo condescendencia ni pulgar hacia arriba. El leonés, de 34 años y campeón del mundo en pista cubierta en 2003, se clasificó decimonoveno, quedó fuera de la gran final y anunció que buscaba motivos para descartar la retirada.

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"No he sabido estar a la altura y me he llevado una gran decepción", dijo con las gotas de sudor cercando su perilla erizada. "Ha sido un gran golpe. Es duro", resumió. "Estaba seguro de mis posibilidades. Tenía la técnica bastante ajustada, pero no he sabido solventar la situación. Estaba para hacer 20,50m sin ningún problema, y no he sido capaz", prosiguió. "Ha sido un golpe muy fuerte. Tenía muchas ilusiones. No me he llevado una decepción tan grande desde hace muchos años. Debo mirar al futuro, y año a año plantearme si voy a seguir o no compitiendo", concluyó el lanzador español.

Manuel Martínez.
Manuel Martínez.AFP

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