"Yo no le voy a denunciar"
"Antonio es una persona bellísima, que tiene problemas por ser politoxicómano y que necesita ayuda. Por eso, yo no le voy a denunciar". Así habla María (nombre supuesto). Es la mujer agredida supuestamente por su pareja, Antonio Puertas, en un hotel de Majadahonda el pasado día 2. El novio está acusado de homicidio en grado de tentativa por propinar una paliza al profesor Jesús Neira (ahora, en estado crítico) cuando salió a defenderla. En conversación telefónica con EL PAÍS, María asegura que su compañero jamás le ha puesto la mano encima.
Según la mujer, de 29 años, Antonio voló a Madrid el 1 de agosto para recoger un coche regalado por sus padres. A las 22.00, la mujer recibió una llamada de la madre de su compañero. Antonio se había dejado una mochila con la insulina para la diabetes.María y la madre de Antonio le llamaron durante toda la noche sin encontrarle. A las siete de la mañana, Antonio llamó a su compañera desde una cabina. Le dijo que estaba muy mal y le pidió que pasara a recogerlo. Debía de ser por la falta de insulina, cree ella. Desayunaron juntos. El hombre tomó unas pastillas que le dio la mujer y se recuperó en parte, siempre según la versión de María. "Cuando llegué, estaba con la cara desencajada, en un estado lamentable. Nunca le había visto así. Después de comer algo y de tomarse un café, comenzó a recuperarse", detalla.
"Antonio me empujó y me tiró al suelo. Intentaba quitarme el móvil"
"Espero que [el profesor agredido] se recupere lo antes posible
"He pedido que me vea un forense para que se den cuenta de que no fui agredida"
Tras hablar con la madre de Antonio, María pagó el combustible del coche de Antonio para que viajara de regreso a Alicante. "Entonces pensé que no podía conducir en ese estado. Llamé a su madre y le dijo que sería mejor que se quedara en un hotel. Ella lo vio bien. Decidimos ir a uno de Majadahonda", afirma María, que trabaja como dependienta en una gran superficie.
Cuando la pareja se dirigía al establecimiento, el hotel Majadahonda, la mujer recibió la llamada de una amiga y descolgó el móvil. Entró al vestíbulo hablando. Entonces comenzó la agresión. "No sé lo que le pasó a Antonio, pero debió de pensar que estábamos hablando de él. De repente me empujó y me tiró al suelo. Hubo un forcejeo, por que intentaba quitarme el móvil", relata la mujer.
Fue en ese momento cuando el profesor Jesús Neira, que se encontraba en el hotel, recriminó a Antonio su actitud. "Le dijo que cómo se atrevía a pegar a una mujer. Antonio, que estaba completamente enajenado, le pegó, pero yo no lo vi porque estaba en el suelo", afirma María. "Yo misma me encontraba alucinada y muy sorprendida por la reacción que tuvo Antonio. Jamás le había visto de esa forma tan violenta", añade.
La mujer asegura que, cuando pudo levantarse, se acercó a Neira y se arrodilló junto a él llorando. "Estaba muy asustada. Le pedí disculpas por lo que le había hecho Antonio. También le pregunté si se encontraba bien y él me respondió que sí".
Tras la agresión, Antonio y María descartaron alojarse en el hotel y se marcharon. Horas después recibieron una llamada del establecimiento para pedirles que se acercaran por allí. Lo hicieron. Cuando entraron de nuevo en el alojamiento, la Guardia Civil detuvo a Antonio y a María se la llevaron a una sala adjunta. Las mujer relata que los agentes le explicaron que podía denunciar a Antonio por la agresión que acababa de sufrir. Ella se negó desde el principio. "Yo no fui agredida. He pedido que me hagan un parte médico, que me reconozca un forense para que quede claro que no me ha hecho nada", explica María.
La mujer asegura que está muy agradecida por la forma de actuar de Neira y que se lo agradeció a él directamente el pasado día 3. Ese día Antonio pasó a disposición judicial y se celebró una vistilla en el juzgado de Majadahonda. "Vi que estaba fuera fumando mientras empezaba la vista. Con la madre de Antonio, me acerqué a él y se lo dijimos. Le dimos las gracias por lo que había hecho en mi defensa. Sólo espero que se recupere lo antes posible. Desde aquí quiero reiterarle mi agradecimiento", afirma la mujer
María, siempre con tono reposado, insiste varias veces en que Antonio estaba muy arrepentido por lo que había pasado. "La noche de la agresión se echó a llorar desconsoladamente. No paraba de decir que se quería morir. Estaba completamente derrumbado", asegura.
Antonio y María se conocieron hace unos dos años. Él reside en Alicante, donde su padre es un conocido empresario. Ha trabajado como director de mercadotecnia para su progenitor. También se ha dedicado a la rehabilitación de fincas y a invertir en algunos negocios, según María. Todo eso hasta que cayó en la droga. Según María, el acusado se ha sometido a varios tratamientos de rehabilitación, pero siempre ha recaído. "Viajó a Brasil, estuvo también en Madrid e ingresó en una casa rural en Pamplona, pero siempre ha vuelto a consumir", dice.
"No pienso denunciarle porque actuó de una forma totalmente enajenada. Si quiere, que el fiscal actúe de oficio. Antonio jamás me ha pegado y no pienso ir en contra de una persona que necesita ser tratada para que se desintoxique de las drogas", concluye la novia. Aunque reside habitualmente en Aranjuez, ahora ha cambiado de casa.
María se siente muy enojada con las declaraciones del consejero de Transportes, José Ignacio Echeverría, que tachó de impresentable que el presunto agresor estuviera en libertad tras la brutal agresión sufrida por la mujer. María le acusa de queren utilizar su caso con fines políticos y de esconder así las deficiencias en la atención médica de Neira, denunciadas por su familia.
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