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Crónica:CARTA DEL CORRESPONSAL / HELSINKI
Crónica
Texto informativo con interpretación

La guerra del abedul

Puede ser que para muchos Finlandia sea un sinónimo de Nokia. Pero Finlandia es algo más. En realidad, la nación nórdica llegó a la modernidad aupada por la industria forestal y las papeleras.

Así es como la función de las papeleras está muy arraigada en la memoria colectiva de los finlandeses. El sector representa cerca del 30% del comercio exterior del país. Finlandia exporta cerca de 12 millones de toneladas de papel y cartón, siendo el principal exportador europeo y el segundo mundial después de Canadá.

Los precios del papel han venido experimentando una continua caída en lo que va de década. Los márgenes de ganancia se han reducido drásticamente, al igual que la producción. El valor bursátil de las empresas cae en picado.

Los precios del papel han venido experimentando una continua caída
Rusia multiplica por cinco el precio del abedul, origen del papel de calidad
El primer ministro llama a emular "la gesta heroica de la Guerra de Invierno"

Durante los últimos años las papeleras se han provisto de materia prima barata en Rusia. Ahora, Moscú ha decidido aumentar las tarifas de 10 euros el metro cúbico de abedul a 50 euros. El abedul es la fuente para la fibra corta que se utiliza para la fabricación de papel de alta calidad.

Finlandia tiene 23 millones de hectáreas de bosques, sobre todo de abetos y de abedules, extensión suficiente para abastecer las necesidades de las papeleras. Pero el 61 por ciento de esos bosques están en manos privadas, y los propietarios se negaban a vender por estimar que las papeleras ofrecían un precio muy bajo.

Ante la situación, el primer ministro y líder del Partido de Centro, Matti Vanhanen, llamó a los propietarios a emular "la gesta heroica de la Guerra de Invierno" y hacer posible el buen funcionamiento de las papeleras. Como tal llamamiento no cundió efecto, el Gobierno adoptó una medida excepcional: recortar en un 50% los impuestos a la venta de madera a las papeleras. Tal medida viene a favorecer a uno de los sectores más pudientes de la sociedad finlandesa.

Pero esta no es la única decisión que el Gobierno de centroderecha adopta para animar la actividad económica. El ministro de Hacienda, Jyrki Katainen, ha prometido un recorte fiscal general del 1,2%, manifestando que "todos los trabajos son igualmente importantes". Así es como el mismo porcentaje se aplicará a todos los ingresos. Como consecuencia, un ejecutivo medio con 50.000 euros de renta anual recibirá 780 euros más en su nómina. Para un asalariado con un ingreso anual de 20.000 euros el aumento será de sólo 219 euros.

Tales cifras no son un gran alivio, teniendo en cuenta que la inflación interanual ha llegado a 4,5%, cifra nunca vista desde la gran depresión de los 90. En el país con los precios de los alimentos más altos de Europa, el costo de la cesta de la compra se ha disparado.

Según el economista Reijo Heikanen, del Nordea Bank, el PIB de Finlandia crecerá durante el presente año un 2,3%, comparado con un 4,5% de 2007, mientras que el próximo año será sólo del 1,8%. Los índices de confianza del consumidor se hunden a niveles no vistos en muchos lustros.

En un alarde de optimismo el ministro Katainen manifiesta que "tanto la inflación, como el alza de los alimentos han llegado a sus máximos". No ha explicado en que bola de cristal ha obtenido tan valiosa información.

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