"Sólo en las revoluciones se le corta la cabeza al rey"
La vida política es imprevisible. Alicia Sánchez Camacho estaba casi en la calle tras las elecciones porque no sacó su escaño por Girona, y ahora es líder del PP catalán. Esteban González Pons llegó alto -portavoz en el Senado en 1999, con 35 años- y andaba hace poco descolocado por Valencia, de portavoz en las Cortes, fuera del Gobierno autonómico, lejos del poder real. Pero apostó por Rajoy, como su jefe, Francisco Camps, y esa fidelidad, sumada a su habilidad para enfrentarse a los medios, le ha llevado hasta la cúpula de su partido para encargarse de lanzar el nuevo mensaje, más moderado, con el que Rajoy quiere volver a intentarlo en 2012.
Pregunta. ¿Cómo es el nuevo PP?
Respuesta. Es el PP de siempre, pero con un nuevo sabor.
"Yo milito en el extremo centro. Soy un extremista del centro. Y eso me convierte en un votante tipo del PP"
"Aznar es el mejor presidente que ha tenido la democracia española. Es la voz de la conciencia del PP"
P. ¿Ya saben por qué perdieron las elecciones y qué hay que cambiar?
R. Nuestro principal problema en la pasada legislatura y tal vez antes no ha sido el contenido del mensaje, sino la forma en la que lo hemos transmitido. Hacíamos un discurso que llegaba muy bien a quien lo escuchaba con profundidad, pero que atravesaba con dificultad el corazón de la audiencia. Nos pasaba algo muy parecido a lo que le ha ocurrido tradicionalmente al partido demócrata de EE UU, que llega con facilidad a los intelectuales, pero no conmueve al pueblo.
P. Se dice que un gran problema es el voto anti-PP, la movilización de la izquierda para que ustedes no gobiernen. ¿Se están haciendo más amables para desmovilizar a esa gente?
R. El PP es un partido fronterizo con el PSOE. La frontera del centro nos separa. Cuando entre nosotros dos existe una línea, los votantes la pasan. Cuando existe una brecha, no la saltan. No se trata de hacerse simpático, sino de ser conscientes de que el principal vivero de votos del PP está entre votantes del PSOE y de que si queremos ganarle, sólo podemos robándole votantes.
P. ¿Se considera una persona de derechas, centro, centro-derecha?
R. Yo milito en el extremo centro. Soy un extremista del centro. Y eso me convierte en un votante tipo del PP.
P. ¿Cree que la derecha del partido les ha marcado demasiado la línea?
R. La asignación entre derecha e izquierda está anticuada. El PP es transversal, tiene votantes de centro, derecha e izquierda, y el PSOE también. Rosa Díez, que es una socialista muy ortodoxa, recibe la mayor parte de votos de la derecha. Y nosotros, en la última campaña, con nuestras propuestas económicas y sobre inmigración hemos recibido muchos votos tradicionales de izquierda. El español contemporáneo, como cualquier occidental, tiene una ideología a la carta, ya no compra paquetes ideológicos completos.
P. Habla usted de posición transversal. Pero en cuestiones morales -aborto, matrimonio homosexual, laicismo- ustedes están claramente identificados con las posiciones más conservadoras.
R. Cuando Zapatero sitúa la moral en el centro del debate político lo hace con la intención de atraer para sí a los votantes más radicales de izquierda. El PP en lo moral se encuentra junto a la inmensa mayoría del pueblo español.
P. Soraya Sáenz de Santamaría se casó por lo civil en Brasil y prometió y no juró su escaño. Dolores de Cospedal es madre soltera por fecundación in vitro. Usted tiene hijos de dos matrimonios. ¿No es esto contradictorio para un partido que se ha manifestado con la Iglesia por la familia tradicional hace bien poco?
R. La familia entendida como célula básica de la sociedad no está reñida con la contemporaneidad. Estos casos y otros que se podrían citar demuestran que el PP es un partido de su tiempo. Nada más. Yo soy católico. Los cristianos en política tienen que ser consecuentes con sus creencias, pero no creo que tengan la obligación de imponerlas a los demás. Cada uno en el tiempo que vivimos desarrolla la familia que mejor puede. Tenemos que permitir que todos los modelos familiares quepan en la legislación española.
P. ¿Tiene sentido renovar todo en el PP, estructuras, personas, mensajes, sin cambiar la cara más visible, que es el líder?
R. Es que nosotros hemos hecho una renovación, no una revolución. En la renovación se mantiene lo esencial y se actualiza. Sólo en las revoluciones se le corta la cabeza al rey.
P. ¿Usted cree que la gente se olvidará de ese Rajoy duro, el que acusó a Zapatero de traicionar a los muertos a manos de ETA?
R. No queremos que la gente se olvide de ningún Rajoy. En los últimos cuatro años ha habido una perversión de la visión democrática de la relación Gobierno-oposición. Teníamos la culpa de todo. Hasta se nos llamó antipatriotas y se nos culpó de que las cosas fueran mal en economía. Si se rompía la tregua, la culpa era del PP. Eso sólo ocurre en las dictaduras africanas o suramericanas. Hicimos la oposición dura que merecía un Gobierno que hacía una política dura.
P. ¿Cree que Rajoy puede saltar esa crisis de ilusión de la que habló Juan Costa? ¿Puede entusiasmar?
R. En las encuestas está ya por delante del PSOE. Si no fuera capaz de generar ilusión, no tendríamos, a sólo unos meses de las elecciones, pinta de partido ganador.
P. Uno de sus lemas es el de ciudadanos libres e iguales. Pero con las balanzas fiscales se ve un desequilibrio enorme. ¿Se puede ser libres e iguales si dos comunidades ricas, como la vasca y la navarra, donde gobiernan ustedes, no contribuyen prácticamente en nada a la solidaridad?
R. El régimen fiscal de Navarra y el País Vasco está en la Constitución, aceptada por los españoles en referéndum. No queremos cambiarlo. Las balanzas fiscales han sido una irresponsabilidad, recuerdan a las listas de grandes contribuyentes del siglo XIX.
P. Antonio Basagoiti, líder del PP vasco, dice que hay que hablar con todos. Parece un nuevo tono, distinto del de San Gil.
R. En política, nosotros tenemos que hablar de todo con el PSOE, de casi todo con los nacionalistas, con lo que estaremos en desacuerdo en muchas cosas, y con los no democráticos no hay que hablar de nada. Salvo con terroristas, nazis o pederastas, el diálogo es irrenunciable en democracia.
P. Alicia Sánchez Camacho, líder del PP catalán, dice que ella no va a firmar el manifiesto del castellano que sí firmó su antecesor, Daniel Sirera. También hay un cambio claro ahí.
R. El PP es un partido vivo. Que cambia, crece y evoluciona.
P. Ya, pero están rompiendo la idea de que el PP hace lo mismo en toda España.
R. Eso sigue siendo igual.
P. Sánchez Camacho no ha firmado el manifiesto que sí ha firmado Rajoy. No parece el mismo discurso.
R. Es que Rajoy lo ha firmado por todos, también por Alicia Sánchez Camacho.
P. ¿Por qué es precisamente el mundo de los símbolos y las víctimas el que más complicado se lo pone a Rajoy? Está San Gil, Ortega Lara, ahora se rompe el Foro Ermua...
R. Todos somos políticos. Esos que usted llama símbolos también toman decisiones políticas. San Gil y Ortega Lara lo representan casi todo en el PP, pero no porque sean símbolos, que lo son, sino porque son activos políticos. Las víctimas son claves para entender la presente historia de España y su existencia nos dignifica a todos.
P. Se define como de centro extremo, pero usted viene de Alianza Popular, como Rajoy. ¿Cómo les sienta a los pata negra que las números dos y tres sean afiliadas recientes?
R. Cada uno se afilia cuando le toca. No creo que en el PP la condición de pata negra sea un valor en alza. Yo soy a mucha honra militante histórico y no creo que eso me haya dado ventajas.
P. ¿Ve a Cospedal como sucesora?
R. La sucesión está cerrada. Rajoy se sucederá a sí mismo si todo nos sale bien.
P. Gallardón sigue siendo el líder más valorado. ¿Podría ser él?
R. Gallardón es un valor en alza siempre, pero si las cosas nos salen bien, el sucesor de Rajoy ahora mismo está en COU.
P. ¿Qué significa para usted Aznar?
R. El mejor presidente que ha tenido la democracia española.
P. ¿Y en el PP de hoy?
R. Es la voz de nuestra conciencia.
P. Y esos gestos en el congreso, con ese saludo displicente a Rajoy y ese discurso tan duro, ¿le alejan del partido?
R. Creo que a estas alturas Aznar se ha ganado el derecho a ser un activo político en libertad. Si no se hubiera ganado eso con todo lo que ha hecho por el PP...
P. ¿Y Aguirre?
R. La política más importante que tiene España. Es muy amiga mía. Yo la veo un lujo.
P. Pero ha sido muy crítica con Rajoy, por el que usted ha apostado.
R. Ha sido muy crítica, pero muy leal. Un país sin críticos es un país de células muertas. Es una mujer que es un caballero de la política.
P. ¿Acebes y Zaplana son responsables de la derrota?
R. No, me parece muy injusto. El PP lo hemos hecho entre todos. Me niego a separar un PP de buenos y malos. Me niego a que sean la cara de nada malo. Los éxitos y las derrotas tienen que ser colectivos.
P. ¿El fenómeno de los críticos ha desaparecido?
R. Ahora sí. El congreso lo ha ganado Rajoy, los críticos deben echar una mano y me consta que lo están haciendo.
P. Pero desde fuera de la dirección, porque el líder los echó a todos: Costa, Aragonés, Elorriaga, González...
R. Yo he estado muchos años fuera de la dirección y no pasa nada. Hay miles de afiliados que no están y colaboran, y abren las sedes cada día.
P. ¿La crisis económica les puede llevar al Gobierno? ¿Es de los que piensan que el Gobierno se pierde, no se gana?
R. Yo creo que el Gobierno se gana. Y que hay que merecerlo. Rajoy lleva mucho tiempo haciéndose merecedor. Si te cae el Gobierno por casualidad, no serás un buen presidente. Ojalá que cuando ganemos no sea porque el Gobierno ha llevado a España a la ruina, al desempleo.
P. ¿En qué consiste su papel de portavoz? Porque Cospedal está teniendo más presencia mediática.
R. Soy la voz oficial del partido, la voz de oro [ríe]. Cuando yo hablo, habla el PP.
P. ¿Le gustaría que el Constitucional aceptara la ley del matrimonio homosexual?
R. Quiero que mi partido gane todos los recursos que ha interpuesto, pero en este caso concreto, cualquier sentencia del Constitucional me va a parecer buena.
P. ¿Deben poder adoptar los homosexuales?
R. Defiendo la posición de mi partido.
P. Es que no tiene.
R. Soy portavoz del partido, no puedo fijar posiciones personales.
P. ¿La ley de plazos para el aborto es una buena idea?
R. Es un asunto que no está en el debate político, los españoles no quieren abrir ese melón. Pero si se abre, tendrá que hacerse con seriedad. Hoy hay causas en España por las que se aborta sin plazo.
P. ¿Quitaría los crucifijos en los actos públicos?
R. Un país no puede renunciar a su historia y su tradición. No molestan a nadie. Quien quiera, que los vea como un símbolo religioso, y el que no, como un rastro de la historia.
P. ¿Si fuera alcalde, quitaría las calles franquistas?
R. Depende. En principio no soy partidario de borrar la historia.
P. Es lo que han hecho los países con dictaduras fascistas, como Alemania o Italia.
R. Si moverlo crea más polémica que dejarlo, es mejor dejarlo. Creo que es inútil abrir viejas heridas, pero si un símbolo ofende o humilla a los ciudadanos, hay que eliminarlo.
P. ¿Obama o McCain?
R. Obama.
P. ¿Y está de acuerdo con su análisis de la guerra de Irak?
R. No lo conozco en profundidad. Sé que choca que en el PP estemos con Obama. Pero muchos no saben que el Partido Socialista en EE UU es extraparlamentario. Creo que Obama está más cerca del PP que del PSOE de Zapatero.
P. Tal vez choca por la gran amistad de Aznar con Bush y el Partido Republicano.
R. La relación amistosa de Aznar y Bush es la que sería deseable siempre entre España y EE UU. Lo que no es bueno para España es que Obama, por insignificancia o irrelevancia, pase de Zapatero en su gira europea.
P. ¿Apoyaría ahora la guerra de Irak? Obama dice que fue un error.
R. Yo he actuado siempre conforme al momento. No puedo volver atrás. Creo que Obama puede ser un gran presidente de Estados Unidos.
P. ¿Y acabará con Irak, un problema que aún afecta al PP?
R. No creo que nos afecte ya. Creo que agua pasada ya mueve poco molino.
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