Fiesta a 10.000 kilómetros de casa
La fiesta se celebraba en el estadio olímpico de Pekín, pero a 10.000 kilómetros de la capital china también había compatriotas emocionados. Varios centenares de personas llenaron a medias el polideportivo Magariños de Madrid para ver en una pantalla gigante la inauguración de los Juegos Olímpicos. Estaba invitada la comunidad china de la región (35.000 personas), además de todo aquel que quisiera compartir con ellos "este día tan importante para China", como decía Xiaomei, dependienta de 23 años. Se sucedieron las referencias al futuro olímpico de Madrid. Incluso el embajador de la República Popular China, Qiu Xiaoqi, lucía una corbata de apoyo a la candidatura madrileña de 2016. Hubo lluvia de confeti, banderitas chinas -también alguna española-, dragones, comparsas y danzas típicas. El punto multicultural lo puso un cuadro flamenco que se ganó los aplausos del público.
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