Sin rumbo claro, pero con cautela

La Bolsa española no tenía claro ayer con qué carta quedarse. Empezó con ganancias, para adentrarse en pérdidas a media sesión y regresar a los números verdes, momentos antes del cierre. Y todo, eso sí, con cautela.

El Ibex 35 se movió en una banda de menos de 200 puntos. Cuando subió, apenas lo hizo un 0,6%; cuando cayó, sólo un 0,8%, márgenes escasos para los movimientos espasmódicos en los que se prodiga este año. Así que, al final la sesión se saldó con un tímido avance del 0,2% y un cierre en 11.774,4 puntos. El tímido comportamiento de los grandes fue determinante: de hecho, el índice que agrupa a las medianas empresas, el Ibex Medium Cap, registró un avance más claro (1,84%).

Fue el menor avance en Europa. La evolución en el resto del continente fue paralela, pero en la mayor parte de casos en el terreno de las compras. Destacó París, empujado por los resultados de BNP Paribas, mejores de lo esperado.

En Estados Unidos tampoco hubo un rumbo claro. Los mercados abrieron a la baja lastrados por los resultados de la hipotecaria Freddie Mac, mucho peores de lo esperado. Conforme fueron pasando las horas, los índices de Nueva York se recuperaron, si bien no optaron con claridad por las compras hasta última hora.

Pero entre la indecisión y la cautela hubo un protagonista: el petróleo, de nuevo. Sus vaivenes marcaron la jornada en los parqués. Los problemas surgidos en un oleoducto turco y las reservas de Estados Unidos detuvieron momentáneamente la caída del crudo, momento que coincidió con los números rojos en los parqués españoles.

Más allá de los movimientos puntuales, el petróleo sigue una clarísima tendencia a la baja. Ya se ha alejado de los 120 dólares por barril. Los altos precios a los que llegó y la expectativa de una menor actividad económica se han sumado a la recuperación del dólar.

La debilidad de la moneda estadounidense ha sido responsable, en parte, del encarecimiento de las materias primas. La mayoría se paga en dólares. Así que subir los precios era una forma de compensar. Cuando el billete verde se ha fortalecido, la presión sobre el precio de las materias primas ha descendido.