"Leo muchos guiones: el del cartero, el lechero..."
A finales de los ochenta, Samuel L. Jackson (Washington, 1948) tuvo un momento de lucidez e ingresó en un programa de desintoxicación de drogas. Salió limpio... para interpretar a un yonqui incapaz de abandonar las drogas en Fiebre salvaje. Un reto que pasó con nota y que levantó la renqueante carrera interpretativa de este ex portero de apartamentos y doble de luces de Bill Cosby.
A partir de ahí, cambió de adicción y su enganche fue laboral: desde entonces ha participado en 90 películas, series de televisión y videojuegos. Samuel L. Jackson (que aparenta muchos menos años de los sesenta que cumplirá en diciembre) hace un hueco entre rodaje y rodaje para hablar de Cleaner, un thriller dirigido por el otrora brillante Renny Harlin, en el que encarna a un ex policía que se gana la vida limpiando -literalmente- los escenarios de los crímenes.
En Cleaner (pendiente de estreno) se dice que la muerte es una tragedia y un negocio, ¿como el cine? "¿Tragedia? Ummm, algunas cosas que se ven en Hollywood sí lo son. ¿Negocio? Siempre". Y lo de dirigir, ¿no le pica el gusanillo? "No sé porqué siempre están intentando convencer a los actores para dirigir". Jackson ha tenido en su carrera diversos altibajos... "¡Hey! ¿Altibajos? Un momento. Dígame los momentos bajos, listillo". Hombre, tuvo unos largos principios duros. "A ver, a ver, el periodista cáustico, ¿eh? Para decir eso hay que definir los altos. ¿Cuáles son? ¿Pulp fiction, las películas de Spike Lee?". Por supuesto, pero Serpientes en un avión... "No fue mi culpa, hubo muchas manos intermedias. Al final, la gente pensaba que iba a ser peor, y no fue tan mala. A veces vas a trabajar y no hay nada que puedas hacer para salvar un filme. Muchas veces la diferencia entre una peli buena y una mala es el marketing".
El actor se ha metido en todo tipo de berenjenales artísticos: tebeos, videojuegos... ¿Culo inquieto? ¿Múltiples intereses? "Me encantan los cómics. Y me interesa mucho adaptar tebeos. Estoy trabajando en varias posibilidades". Rueda mucho, muchísimo, más que la mayor parte de los actores. Hasta cinco películas por año. "Es que mucha gente me da guiones . El cartero, el lechero... Leo libros interesantes. Siempre estoy recibiendo posibles historias y me gusta leerlas. Además, mis agentes no saben leer guiones de acción y yo sí". ¿Tanto le gusta trabajar? "Siempre estoy pensando en la siguiente película o dos más allá cuando finalizo una". ¿Enganchado a los rodajes? "Es que soy actor y actúo. ¿A qué trabaja todos los días? Yo, ¿por qué no?". Es que un periodista no cobra tanto como una estrella de Hollywood. "Pues eso. ¡¡¡Con más motivo voy todos los días a trabajar!!!".
![Samuel L. Jackson.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3534V5OHD2DR5ANIZR7SI4DUR4.jpg?auth=7293e9a64dcc1833f7119c45337c2a71e62ff3b90462fcac4fe9cec60a5285b8&width=414)
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