La salida de De Juana precipita una ley para alejar a los etarras de sus víctimas

La salida de prisión del terrorista Iñaki de Juana Chaos ha precipitado un pacto entre el PP y el PSOE para imponer forzosamente la medida de alejamiento de los terroristas que salgan de prisión de los lugares de residencia de sus víctimas. Se trata de endurecer las previsiones del artículo 48 del Código Penal para que, en determinados supuestos, la prohibición de aproximarse o comunicar con las víctimas se imponga obligatoriamente en vez de que tengan que pedirlo las acusaciones como pena accesoria a la principal, como sucede hasta ahora.

La pena de alejamiento, contemplada en el Código Penal desde 1995, no fue utilizada hasta que hace un par de años el entonces Comisionado para las Víctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, reclamó que se instara a los fiscales de la Audiencia Nacional a pedirla. El detonante fue la apertura de un negocio por el etarra Kandido Azpiazu en los bajos del mismo inmueble en que residía la viuda de Ramón Baglietto, asesinado por Azpiazu en 1980.

Fruto de las gestiones de Peces-Barba ante el anterior ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, y el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, en diciembre de 2005 se impuso la primera pena de alejamiento al etarra Diego Ugarte López de Arcaute, por el asesinato del parlamentario Fernando Buesa y de su escolta, Jorge Díez. Aunque la petición de alejamiento fue de 10 años y la sentencia impuso sólo cinco, desde entonces se viene aplicando con regularidad a los convictos de terrorismo.

"Asignatura pendiente"

Además de la reforma que imponga obligatoriamente esta medida, penalistas de los dos partidos mayoritarios están estudiando también otra serie de iniciativas para que los condenados por delitos de terrorismo tengan que asumir al menos parte de las indemnizaciones a sus víctimas. El portavoz de la Asociación de Fiscales, Guillermo García Panasco, dijo ayer a Europa Press que existe en España "una asignatura pendiente" con las indemnizaciones de los terroristas a sus víctimas. Según datos de la AVT, De Juana adeuda por muertos y heridos unos ocho millones de euros.

De Juana, uno de los etarras más sanguinarios, responsable de los atentados que han costado la vida a 25 personas, sale hoy de prisión tras cumplir su última condena de tres años de cárcel por injurias. En 2005 extinguió las penas que se le impusieron por los asesinatos terroristas, y en total ha cumplido 21 años en la cárcel.