China pide despolitizar los Juegos
Tras las protestas por la situación en Tíbet, la violación de los derechos humanos y la censura en Internet, el presidente chino, Hu Jintao, apela al espíritu olímpico para que no se vea alterada la competición
El presidente chino, Hu Jintao, pidió ayer que no se politicen los Juegos Olímpicos porque hacerlo es contrario al espíritu olímpico y a las aspiraciones compartidas de los pueblos de todo el mundo, y, además, no funcionará. "Es inevitable que la gente de diferentes países y regiones tenga una visión distinta en algunos temas, pero politizarlos no los resolverá.
Al contrario, estos asuntos pueden ser solucionados sobre la base del respeto mutuo, estrechando las diferencias y expandiendo el terreno común", aseguró.
Pekín prevé la visita de más de 80 jefes de Estado y de Gobierno, incluido George Bush
Las autoridades desbloquean algunas páginas 'web', pero otras siguen cerradas
La organización de los Juegos, que comenzarán el viernes, ha estado marcada por un amplio abanico de críticas, tanto fuera como dentro de China, debido a las continuas violaciones de los derechos humanos, la falta de libertad de información o la reticencia de Pekín a presionar al régimen de Sudán -a quien vende armas y compra petróleo- para que ponga fin a la violencia en Darfur.
Cuando quedan seis días para el inicio de la competición, todo parece a punto. La ciudad está engalanada, y la sombra de boicoteo que planeaba sobre la ceremonia de apertura -en especial tras la dura represión de las violentas revueltas en Tíbet en marzo- se ha disipado. "Estaba claro que el boicoteo no iba a funcionar, no tenía sentido, aunque [la ola de simpatía despertada por] el terremoto de Sichuán [en mayo, en el que murieron o desaparecieron 88.000 personas] ha ayudado al Gobierno", afirma un diplomático europeo.
Aunque la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y un pequeño grupo de dirigentes europeos no acudirán a los Juegos, Pekín prevé la asistencia de más de 80 jefes de Estado y de Gobierno, incluidos el presidente estadounidense, George W. Bush, y el francés, Nicolas Sarkozy, que había amenazado con no asistir. Por parte española, estarán los príncipes de Asturias en la inauguración, y la reina Sofía, en la clausura.
Hu afirmó que el evento deportivo tendrá un beneficio duradero sobre la población, y dejará un "positivo legado espiritual". "El Gobierno y el pueblo chino han trabajado con ahínco para cumplir las promesas hechas a la comunidad internacional", señaló Hu, en un raro encuentro con un grupo de periodistas extranjeros, al cual no fue invitado este diario. "Espero que hagan informaciones objetivas de lo que vean aquí", dijo el dirigente chino a los informadores, según AFP. La rueda de prensa siguió un estricto guión, y todas las preguntas tuvieron que ser entregadas de antemano. El presidente no contestó a un periodista alemán que preguntó sobre derechos humanos al final de la reunión.
Las declaraciones del también secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh) se produjeron después de que el martes la organización no gubernamental Amnistía Internacional acusara a Pekín de haber incumplido la promesa que hizo cuando logró los Juegos, en 2001, de mejorar la situación de los derechos humanos en el país y otorgar a los medios de comunicación libertad total para informar sobre el evento.
El mismo martes trascendió que Pekín había bloqueado algunas páginas web en el centro internacional de prensa de los Juegos, a pesar de que tanto el Gobierno como el Comité Olímpico Internacional (COI) habían repetido numerosas veces que el acceso a Internet estaría libre de censura durante el evento. Tras las protestas surgidas, representantes del COI y del comité organizador se reunieron el jueves, y las autoridades chinas aceptaron desbloquear ayer algunas páginas como las de las organizaciones Amnistía Internacional y Human Rights Watch, o el servicio en chino de la BBC, aunque éste de forma inconsistente. Los sitios del grupo Free Tibet, que pide la salida de China del territorio del Himalaya, los relacionados con disidentes chinos o el del movimiento de inspiración budista Falun Gong, entre otros, siguen inaccesibles.
Hu, aficionado al tenis de mesa y a la natación, recordó que la organización de los Juegos Olímpicos es una vieja aspiración china, que por fin va a hacerse realidad. Según comentó, ya en 1908 algunos chinos insistían en que el país debía acoger la competición. Pekín espera, con el gran evento, mostrar al mundo su ascenso como una potencia global pacífica, y ha puesto todo sobre la mesa para que así sea percibido. "Sólo tenemos un deseo", dijo Hu. "Hacer de la reunión deportiva global que son los Juegos Olímpicos de Pekín un gran éxito".
Medidas para que no llueva en la inauguración
El Gobierno chino no está dispuesto a que nada ni nadie empañe los Juegos, así que se ha preparado para luchar contra los elementos, principalmente contra la contaminación.
La lluvia que ha caído en los últimos días parece haber limpiado la atmósfera y la situación es menos preocupante. El jueves, el índice de polución del aire se situaba en 69, un nivel que no implica tantos riesgos para la salud de los atletas. Sin embargo, el pasado fin de semana, la cifra superó los 100, lo que sí se considera peligroso. En caso de que esos niveles se repitieran, el Comité Olímpico Internacional y el Comité Organizador de Pekín 2008 (BOCOG) se verían obligados a replantearse la programación de las pruebas.
Si la polución en la capital china continúa nublando la vista de la ciudad como hasta ahora, Pekín aplicará un plan de emergencia que consistirá en retirar un 10% más de los vehículos de las calles y detener la producción en 105 fábricas. Si persiste la contaminación, los organizadores de los Juegos han reconocido tener ya una opción B en el caso de que estuvieran obligados a aplazar o posponer algunas de las pruebas, como la de maratón. "El plan alternativo está ahí. Tenemos un lugar diferente en el que celebrar la prueba en caso de que la polución ponga obstáculos a lo previsto inicialmente", explicó ayer Liu Wenbin, miembro de la organización, que remarcó que el maratón se celebraría "antes de la ceremonia de clausura", el 24 de agosto. Lejos aún de esa fecha, la preocupación de los dirigentes chinos se centra en la inauguración de los Juegos, y en la lluvia como posible espectadora.
El Instituto Meteorológico chino ha informado de que existe un 41% de probabilidades de que ese día acabe pasado por agua, lo que implicaría la cancelación de buena parte de los espectáculos, según advirtió el director de cine Zhang Yimou, máximo responsable de la ceremonia.
La prensa del país desveló ayer los dos planes de emergencia que tiene China para evitar que la lluvia arruine la ceremonia de apertura, el próximo viernes. El primero consistiría en provocar la lluvia de forma artificial, con bombas de yoduro de plata, alrededor de las instalaciones y antes de la hora de la ceremonia. Y el segundo, "modificar la estructura de la niebla" para reducir el volumen de las precipitaciones.
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