Isinbayeva eleva el récord de pértiga a 5,04m

La rusa Yelena Isinbayeva volvió ayer a romper su récord del mundo de salto con pértiga en la reunión de Montecarlo: saltó 5,04 metros tras una dura noche de esfuerzos inesperados en la que tuvo que llegar al segundo intento en tres alturas y al tercero en la definitiva. La marca añade lustre al historial de una atleta que provoca pasiones encontradas: lleva 13 récords al aire libre y 23 en total. En 25 días ha roto su propia marca dos veces (5,03m y 5,04m) luego de tres años de sequía. Y, aun así, escama que logre sus éxitos centímetro a centímetro, ávida del premio económico correspondiente.

Nada de eso importó cuando la rusa cayó en la lona. Abrió los ojos como platos. Estalló en chillidos. Dio un salto mortal. Empezó a correr con la cara desfigurada por la alegría mientras se golpeaba el pecho con un puño. Buscó a su entrenador, el viejo Petrov, y pasó un brazo a través de una valla para permitir que le besara la mano. Quedan nueve días para los Juegos de Pekín y la rusa, de 26 años, va lanzada.

Isinbayeva es una saltadora con una capacidad incomparable para enfrentarse al listón acompañada de las pértigas más duras e indomables. Ésa es su fuerza. Es también una competidora insaciable, capaz de cambiar de entrenador en la cima del éxito para que Petrov, el maestro del mítico Sergei Bubka, le enseñara los entresijos que la elevaran por encima de los cinco metros. Ésa es su ambición. Y es una atleta en constante mejora, que ha trabajado la fase de carrera hasta la extenuación y se siente espoleada por la aparición de un reto inesperado. Jennifer Stuczynski se llama. Es estadounidense y con su desafío promete impulsarla hasta alturas estelares.

Por otra parte, Asafa Powell ganó los 100 metros con 9,82s, su mejor marca del año.

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