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Empresas & sectores

Hispasat sobrevuela la crisis

El operador de satélites pone en marcha un plan de inversiones de 900 millones

En el Reino Unido, la crisis ha llegado a los pubs. Nada menos. En España bajan las ventas de Coca-Cola, se desploman las de pisos y coches, se ajusta el gasto en telefonía, se viaja menos y hasta el Gobierno ha empezado a hablar abiertamente de crisis.

La entrada de Abertis en el capital es el catalizador de los planes de futuro
La deuda llegará a superar tres veces el resultado bruto operativo
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Pero con la que está cayendo, también hay sectores y empresas que capean bien el temporal. Aunque a veces haya que buscarlos bien arriba: el operador de satélites español Hispasat ha puesto en marcha un ambicioso plan de crecimiento que incluye el lanzamiento de tres nuevos satélites hasta 2011, un proyecto con una inversión total de 900 millones de euros para los próximos años. El sector no le va a la zaga. La industria aeroespacial facturó en 2007 por primera vez más de 500 millones de euros en España, con un crecimiento del 16%. Y la cosa va a más.

"Puede que con la crisis, los ingleses dejen de ir al pub y los españoles vayan menos a cenar y no compren tanto. Pero al quedarse en casa se consumen otras cosas: más televisión de calidad, por ejemplo", afirma un ejecutivo del sector para explicar el despegue previsto para las compañías de satélites en tiempos de turbulencias para la economía. El hecho es que la televisión digital e Internet son los dos grandes mercados de estos operadores, junto con los servicios de defensa que pagan los Gobiernos. Las posibilidades de negocio son importantes. Y las compañías con fuerte presencia en España no quieren dejar pasar la oportunidad, aunque otros sectores no vivan precisamente tiempos de bonanza.

Con casi veinte años de trayectoria y empresas públicas y privadas en su accionariado, Hispasat ha dejado atrás una etapa convulsa. La presencia de la francesa Eutelsat en el capital y de varios accionistas privados españoles que habían manifestado repetidamente su deseo de salir de la compañía habían dejado los proyectos de futuro del grupo varados en un largo impasse de espera. La presidenta ejecutiva, Petra Mateos, puso en marcha hace ya casi un año un proyecto de salida a Bolsa pese a las reticencias de algunos socios que -en privado y con la boca pequeña- preferían una opción de venta más rápida. Tras un tira y afloja que se prolongó durante meses, esa opción llegó finalmente con la entrada de Abertis como primer accionista privado, al adquirir el 28,4% a la antigua Auna y al grupo BBVA con el plácet del Gobierno, que controla parte del grupo a través de varias empresas y organismos públicos.

Abertis, que se convierte en el socio industrial de referencia junto a Eutelsat, aparece así como el catalizador para los ambiciosos planes de futuro del operador español. El próximo martes, el Consejo de Administración dará luz verde a la incorporación de cuatro consejeros de la empresa que dirige Salvador Alemany. "Ese 28,4% da una masa crítica suficiente como para influir en la gestión. Y ahora mismo, la sintonía con la cúpula de Hispasat es total para desarrollar un plan industrial potente. Hemos llegado para quedarnos y apostar por la convergencia de tecnologías a través de la filial Abertis Telecom", indica un portavoz del grupo participado por La Caixa y el grupo ACS. Y que a su vez es el primer accionista de Eutelsat.

Fuentes de uno de los accionistas públicos de Hispasat explican que hasta hace poco, "los accionistas privados no querían hablar de nuevas inversiones, de planes de expansión. Pero la entrada de Abertis ha reforzado la compañía con músculo financiero, un proyecto ambicioso y muy buenas perspectivas". La presidenta del operador español lo ve de forma similar, aunque con matices. Para Mateos, Abertis "ha permitido realizar el recambio accionarial incorporando un nuevo accionista con verdadero interés en apoyar la compañía y desarrollar su plan estratégico. Se mantiene la independencia de Hispasat y se refuerza el proyecto empresarial".

Los planes se resumen en una palabra: crecer. "El mercado latinoamericano está tirando fuerte y las posibilidades de negocio en España son importantes. Por eso, queremos acelerar el crecimiento con un plan de inversiones notable", asegura Petra Mateos. El proyecto incluye tres nuevos satélites que duplicarán la capacidad instalada en un plazo de tres años, por un importe de 500 millones. Y una segunda etapa de reposición de los satélites con los que viene operando con una inversión prevista de 400 millones a partir de 2012. Todo eso "sin recurso al accionista"; es decir, sin pedir ampliaciones de capital -dinero contante y sonante- a los socios.

"Tenemos una capacidad de generación de deuda importante y vamos a tirar de endeudamiento", adelanta Mateos. A pesar de la parálisis en el mercado de deuda de empresas por las turbulencias financieras, el plan incluye la suscripción de nueva deuda por 273 millones hasta 2012, más 261 millones adicionales entre 2011 y 2017 para la fase de reposición. En el punto álgido del proceso, la deuda superará tres veces el resultado bruto operativo, "unos números perfectamente asumibles para el grupo", a decir de su presidenta.

La compañía cerró 2007 con unos ingresos de 128,3 millones de euros -con un alza del 6,5%- y un resultado neto de 35,7 millones, un 45,7% más. Y como séptima compañía del mundo por ingresos y líder en el mercado de difusión y distribución de contenidos en español y portugués, con más de un millar de canales de televisión y radio. "El plan de crecimiento, que cuenta con el apoyo unánime de los accionistas, supone entrar en una segunda fase", sostiene Petra Mateos.

Dos de los tres nuevos satélites -el Amazonas 2 y el Hispasat AG1, un proyecto conjunto con la Agencia Espacial Europea- estaban ya adjudicados, pero la compañía ha alcanzado recientemente un acuerdo para un tercer satélite, el Hispasat 1E, que construirá el grupo estadounidense Loral (el primer fabricante mundial), con un coste total de 200 millones de euros. Y que permitirá "reforzar la posición competitiva en España, Europa y América", según Mateos, y el desarrollo de servicios en televisión digital terrestre, servicios de banda ancha en entornos móviles y televisión de alta definición.

Televisión e Internet por satélite; ésa es la nueva gallina de los huevos de oro del sector aeroespacial. La industria vive una segunda edad de oro, tras la primera etapa de liberalización de las telecomunicaciones, que ya queda lejos. Se abren nuevas oportunidades de negocio (acceso a Internet, televisión de alta definición, telefonía móvil y defensa) ante la constatación de que la creciente demanda de banda ancha no puede ser asumida en su totalidad por los operadores de telecomunicaciones terrestres. El satélite es el camino idóneo para llegar a áreas rurales o remotas, coinciden los expertos.

Así las cosas, se prevé que la demanda mundial de comunicaciones por satélite mantenga un crecimiento sostenido a lo largo de los próximos años. Los mayores crecimientos -particularmente en Europa occidental- estarán concentrados en los servicios relacionados con la difusión y distribución de señales de televisión. Y en América Latina, el sector augura buenas expectativas de negocio en redes corporativas y acceso a banda ancha por satélite.

La estrategia de Hispasat es clave para el desarrollo de la industria española. El programa de retornos industriales del último satélite garantiza contratos para la industria espacial española estimados en más de 500 millones de euros, según las cifras que maneja la compañía. Sólo en el último satélite que el grupo tiene previsto poner en órbita, EADS Casa será responsable de las antenas; y para el repetidor de comunicaciones -encargado de filtrar y amplificar las señales-, Thales España, Mier y Rymsa construirán varios equipos de radiofrecuencia.

El sector vive tiempos de bonanza. Además de superar los 500 millones de euros en ingresos, el año pasado generó 2.800 puestos de trabajo de alta cualificación, un 8% más. España se sitúa en el quinto puesto en actividad espacial en Europa, por detrás de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido, y aporta 220 millones de euros anuales a la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), procedentes de las arcas públicas, según Proespacio, la Asociación Española de Empresas del Sector Espacial.

El sector de los satélites nació en los años setenta al abrigo de apuestas gubernamentales. Y de la mano de empresas como Hispasat, España está en algunos de los principales proyectos actuales. Misiones como el laboratorio Columbus -acoplado a la Estación Espacial Internacional-, el vehículo ATV o el Galileo -el GPS europeo- cuentan con participación española. El año que viene, la NASA explorará Marte con sensores españoles. ¿Quién dijo crisis? -

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