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Reportaje:

"Un prodigio admirable"

El talento y la madurez de Ricky Rubio impresionan a sus compañeros de la selección española de baloncesto

Robert Álvarez

Cuatro partidos le han bastado a un adolescente de 17 años para convertirse en una pieza importante de la selección española de baloncesto, campeona mundial. Ricky Rubio (El Masnou, Barcelona; 21 de octubre de 1990) despierta la admiración de propios y extraños y es capaz de fajarse con éxito ante algunos de los mejores bases, como Jasikevicius, Holden o Prigioni, y de competir por la titularidad con Calderón y Raúl López. Sus compañeros alucinan ante él. "Es un prodigio", le define Pau Gasol. "Posee un talento evidente y, para todos nosotros, es impensable ponernos en su lugar sabiendo que va a afrontar unos Juegos Olímpicos con sólo 17 años", cuenta el pívot de los Lakers, que debutó en la selección cuando tenía 21 años.

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Navarro también tenía 17 años cuando se estrenó con el Barcelona en la Liga ACB: "Está claro que Ricky está muy adelantado. Eso es evidente. Por su forma de actuar, parece mucho mayor. A esa edad, yo era un poco más alocado, más niño. Él está muy centrado en todo lo que hace. Posee un enorme talento, sabe leer muy bien el juego y es un buen chaval, lo que también es muy importante".

Raúl López también debutó en la ACB cuando acababa de cumplir 18 años. "No me he puesto en su piel. Yo voy más lento en todo", explica el base del Madrid, también criado en la cantera del Joventut; "queda fuera de cualquier expectativa. Algunas veces le había visto por televisión y me impresionaba el hecho de que un jugador tan joven pudiera hacerlo tan bien. Ha tenido la suerte de estar tres años con Aíto y eso ha favorecido que su juego haya crecido de manera espectacular".

El propio seleccionador, que optó por dar el espaldarazo internacional a Ricky aunque para ello tuviera que descartar a bases con talento y experiencia en la selección, como Carlos Cabezas o Sergio Rodríguez, valora el fenómeno como el que más, pero intenta que todo cuanto atañe a Ricky sea digerido a nivel mediático con la mayor naturalidad posible. Hasta hace poco tiempo tenía prohibido que el jugador concediera entrevistas, pero, tras incorporarlo a la selección, se han anulado las restricciones. "Es que me ha demostrado que todo lo hace con naturalidad", argumenta Aíto; "no me ha sorprendido su comportamiento tanto dentro como fuera de la pista porque es la tónica que ha mantenido siempre. A nivel de juego, está aportando muchas cosas al equipo. No es una promesa, es una realidad".

Jorge Garbajosa afina su juicio sobre el benjamín de la selección. "Si tuviera que elegir una palabra para definirle, sería listo. Sorprende por su madurez. Todo lo que hace y dice tiene sentido. Es un ejemplo de precocidad mental asombroso", dice el pívot recién fichado por el Khimki, ruso.

Similar opinión mantiene Rudy Fernández, que es quien mejor conoce a Ricky porque ha compartido equipo, el Joventut, con él desde que el fenómeno se convirtió en el debutante más joven de la ACB, seis días antes de cumplir los 15 años. "Disfruta jugando al baloncesto y le da igual quién tenga delante. Intentará siempre hacer lo que sabe como si estuviera jugando con sus amigos. Posee mucho talento y gracias a eso está donde está", concluye el nuevo alero de Portland Trail Blazers.

Ricky Rubio.
Ricky Rubio.CRISTÓBAL MANUEL

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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