Ricky es un tesoro
El benjamín encarna las mejores virtudes de España en un festival ofensivo ante Lituania
Desparpajo, talento, inteligencia, sentido del juego colectivo. Eso y muchas virtudes más son las que posee Ricky Rubio. Las expone con una naturalidad admirable. A sus 17 años parece el más curtido de los bases que pululan en las canchas europeas. Le bastan pocos minutos. Sale, juega y es capaz de constituirse en el punto de inflexión de un partido, amistoso, cierto, pero ante un rival importante como Lituania, capaz de hacérselas pasar canutas al más pintado. No importa.
Tampoco le impresiona tener delante a una estrella como Jasikevicius. Él a lo suyo. A jugar y, sobre todo, hacer jugar a sus compañeros. Un robo de balón por aquí, una fulgurante salida de presión por allá, una asistencia de libro y así. Fue cuando él entró en acción, cuando España logró abrir brecha en un partido de corte ofensivo, con muy buen ritmo, agradecido para el espectador. Evidentemente, estuvo perfectamente escoltado por los cuatro compañeros que estaban en aquel momento en pista, Navarro, Mumbrú, Jiménez y Marc Gasol. Coincidió además que Aíto ordenó una presión en toda la cancha para dar una vuelta de tuerca más con el objetivo de encasquillar los fulgurantes contraataques de los lituanos.
ESPAÑA 91 - LITUANIA 66
España: Raúl López (2), Rudy Fernández (16), Mumbrú (4), Felipe Reyes (15), Marc Gasol (11)-equipo inicial-; Pau Gasol (8), Ricky (8), Calderón (4), Navarro (14), Berni Rodríguez (2), Jiménez (2) y Garbajosa (4).
Lituania: Jasikevicius (12), Lukauskis (15), Kaukenas (4), K. Lavrinovic (6), Javtokas (0) -equipo inicial-; Kleiza (0), Songaila (3), Petravicius (8) y Jasaitis (5), Delinkaitis (2) y Maciulis (3).
Árbitros: Arteaga, Pérez y Barreiro.
Pazo Paco Paz de Ourense. Unos 6.000 espectadores.
4º CUARTO
3º CUARTO
2º CUARTO
1º CUARTO
22-20
29-23
20-12
20-11
Rudy y Navarro resuelven como si nada y pelean por un puesto titular
Un lujo de selección, capaz de abrumar a un rival importante, divertirse y divertir
El equipo de Jasikevicius notó el desgaste, al que colaboró también la garra que puso poco antes Rudy en su emparejamiento con Kaukenas o la contundencia de Mumbrú, pagada con una falta antideportiva, pero delatora de la exigencia defensiva que se impone desde el banquillo español.
Le costó a España tensar la cuerda por dos motivos esenciales. Los pívots españoles tardaron en igualar la batalla por el rebote frente a jugadores tan voluminosos como Lavrinovic y Javtokas. Eso propició las contras fulminantes de los lituanos. Les encanta atacar con velocidad y exhibir su desparpajo y su talento natural. Carlos Jiménez jugó muchos minutos de cuatro con la intención precisamente de dar la réplica a base de correr tanto o más y al mismo tiempo cerrar el rebote.
La selección española continúa contando sus partidos por victorias aunque es evidente que varios jugadores fundamentales todavía no están en plenitud, caso de Pau Gasol, que empezó más tarde la preparación, y que entra en el equipo todavía en cuentagotas, adaptándose de nuevo a su olvidada posición de cuatro e intentando algún que otro lanzamiento exterior como el triple que convirtió. O Navarro, aunque éste, a la que su marcador se descuida, es capaz de revolver de una manera pasmosa, casi tanto como la que demuestra Rudy Fernández. Con 23 años, al ya alero de los Blazers, se le queda pequeña Europa. Los dos pelean por el puesto de titular. Un lujo de selección, capaz de abrumar a su rival, divertir y divertirse. Lo que intentará hacer Garbajosa en el Khimki ruso, que ayer anunció psu fichaje para dos temporadas a cambio de unos cuatro millones de euros. Las chicas, mientras, vencieron en el amistoso que disputaron en Rusia por 73-90. La jornada fue redonda.
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