Joel Joan será una travestida alemana en el Villarroel

Joel Joan interpretará a partir del 24 de octubre a la travestida alemana Charlotte von Mahlsdorf, superviviente del nazismo y de la Stasi, en Jo sóc la meva dona, de Doug Wright. Ésta será la única obra de un autor no catalán en la próxima temporada del Teatre Villarroel, que se presentó ayer. El resto serán apuestas por jóvenes autores y directores catalanes.

El mejor ejemplo de la apuesta a veces arriesgada de Javier Dualte, director artístico de la sala, es Jordi Casanovas, que abrirá la temporada el 4 de septiembre con La Ruïna. Presentará también La revolució, y explica que aún no la ha acabado de escribir. La estrenará el 30 de enero.

Casanovas es el único que dirigirá dos veces, y lo hace porque La Ruïna, programada en 2007/08, no llegó a estrenarse a causa del éxito de Germanes, escrita y dirigida por Carol López. Un éxito que ha hecho que Dualte la vuelva a programar para cerrar la próxima temporada, a partir del 28 de mayo. Luego llegará la obra para el Grec 2009, que aún no se ha anunciado.

Si Casanovas es el mejor ejemplo del riesgo, Jordi Faura lo es de la juventud de los autores. Nacido en 1982, llegará a la Villarroel el 18 de diciembre con Hikikomori. Finalmente, el 3 de abril llegará Alberto Espinosa con 4 bailes, una mezcla de teatro y danza. Daniel Martínez, director de Focus, la empresa responsable de la sala, celebró que estas obras sean de autores catalanes, lo que demuestra que hay talento suficiente "para llenar un cartel de temporada con gente autóctona", opinó. Algo que espera llegar a hacer Dualte en el futuro.

71% de ocupación

De momento, la Villarroel tiene éxito con su apuesta. 73.000 espectadores, 10.000 más que en 2006/07, visitaron alguna de las casi 300 funciones del teatro la pasada temporada, que aumentó en 19 puntos la ocupación y alcanzó el 71%. El aumento parece confirmar que el cambio de rumbo de la sala con Focus ha dado sus frutos.

Martínez esbozó la actividad que la sala desarrollará de forma paralela a las representaciones, que intentará entablar un diálogo entre el teatro y otras formas de expresión, como la audiovisual, y entre el público y los escritores. "El público es mitómano de los actores, de los directores", y "la asignatura pendiente" es que se acerque a los autores, explicó Martínez. También aclaró que estas actividades ocuparán el vacío que dejará el Espai Bras, que pasará de la Villarroel a la Fundación Romea.