Los tres partidos cierran filas en defensa del modelo de financiación

El complejo debate sobre el modelo de financiación autonómica ha conseguido por primera vez a lo largo de esta legislatura que los tres partidos mayoritarios se hayan puesto de acuerdo en un asunto de trascendencia. La Xunta contará con el apoyo de los tres grupos con representación parlamentaria en la complicada negociación que se avecina entre el Gobierno central y las comunidades autónomas para acordar un nuevo modelo de financiación que sustituirá al vigente.

El conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, recibió ayer a los portavoces de los grupos para explicarles lo sucedido durante la reunión del martes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), en la que comenzó a perfilarse el nuevo modelo de financiación. Los tres grupos se mostraron dispuestos a apoyar a la Xunta en esta negociación a fin de que se tengan en cuenta dos aspectos básicos para mejorar la financiación de Galicia: la dispersión y el envejecimiento de la población.

Fernández Antonio apuntó que la reunión del CPFF fue "útil" porque permitió conocer las posiciones de partida de todas las comunidades. Sin embargo, reconoció que hay "falta de concreción y ambigüedad" en las bases para el acuerdo presentadas por el Gobierno central, que han sido criticadas (aunque por distintos motivos) por comunidades con distintos índices de renta. La dispersión y el envejecimiento de la población, los criterios básicos que reclama Galicia, no aparecen reflejados en el documento elaborado por el Ministerio de Economía.

El conselleiro explicó que no será fácil llegar a un entendimiento entre las distintas comunidades, aunque expresó su confianza en que pueda alcanzarse un acuerdo que garantice financiación suficiente para atender las necesidades de los ciudadanos gallegos en igualdad de condiciones con los del resto de España. "Los gallegos pagan impuestos en una proporción similar al resto de los españoles y tienen el mismo derecho a recibir unos servicios públicos de calidad", añadió Fernández Antonio, quien puso como ejemplo que los ancianos utilizan los servicios sanitarios cuatro veces más que el resto de los ciudadanos, un factor que debe tenerse en cuenta en el caso de Galicia.

El portavoz de Economía del PP, José Antonio Orza, calificó como "decepcionante" la propuesta de base del Gobierno central, aunque matizó que existe margen suficiente para que puedan alcanzarse "acuerdos políticos" entre las distintas comunidades. Ante esta situación, Orza aseguró que el PP está dispuesto a apoyar a la Xunta "sin reservas" en el proceso de negociación que se avecina aunque no le va "a entregar un cheque en blanco".

El portavoz del BNG, Carlos Aymerich, coincidió con el del PP en su rechazo a la propuesta del Ejecutivo de Zapatero ya que "no garantiza los recursos que Galicia necesita ni tampoco la autonomía financiera". A su juicio, resulta necesaria una "negociación bilateral" entre la Xunta y el Gobierno porque existen criterios como la dispersión que prácticamente sólo resultarían positivos para Galicia y no para otras comunidades. "Cataluña ha llegado con una propuesta de país y tras una negociación bilateral con el Estado y nosotros podemos hacer lo mismo", explicó el portavoz del BNG, quien apuntó que habrá un nuevo encuentro de los grupos con Fernández Antonio antes de la próxima reunión del CPFF, que está prevista para finales de septiembre. Aymerich reclamó que la Xunta presente una propuesta con números y por escrito que pueda ser acordada por los tres grupos. El portavoz socialista, Ismael Rego, discrepó al considerar que Galicia no tiene que "copiar" a Cataluña.

Mientras, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, criticó la "falta de compromiso" del Gobierno central con la aplicación de la Ley de Dependencia al haber "recortado" los fondos para las autonomías. En el caso de Galicia, según Quintana, el recorte es de 20,9 millones de euros, que la Xunta cubrirá con recursos propios. Tras participar en Madrid en la reunión del Consejo Territorial de Asuntos Sociales, Quintana lamentó que Zapatero no haya cumplido su promesa de que la crisis no afectaría a las políticas sociales.