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Crónica:Amistoso del equipo olímpico español de baloncesto
Crónica
Texto informativo con interpretación

Defensa a la yugular

España apabulla a Rusia con un derroche físico y táctico

Robert Álvarez

Atacar a la selección formada por Aíto supondrá una auténtica pesadilla para quien se atreva. Las conclusiones son prematuras en consonancia con el par de partidos que únicamente ha disputado, pero los tiros van por ahí. En el primero, Portugal, un flojo rival, es cierto, se quedó en 35 puntos. En el segundo, Rusia, el mismo equipo capaz de hacer daño de verdad a Gasol y compañía en los dos últimos años, se quedó en 56. Atacar a esa defensa hiperactiva, sincronizada en sus presiones, dos contra uno y cambios constantes de posición requiere temple, calidad y quizás algunos recursos tácticos diferentes a los habituales.

La cosa pinta bien para el equipo español. Da la sensación de que Aíto está ampliando la efectividad de los recursos. Pau Gasol juega de cuatro durante algunas fases, Carlos Jiménez de tres y de cuatro, los tres bases están a la altura de los acontecimientos, las conexiones Ricky-Rudy, Mumbrú-Berni o Raúl-Felipe, por citar algunas, sirven para desencallar el ataque, ya de por sí bien servido por la tremenda calidad de los jugadores que baraja Aíto.

ESPAÑA 91 - RUSIA 56

España: Raúl López (5), Rudy Fernández (11), Jiménez (1), Reyes (15), Marc Gasol (6) -equipo inicial-; Pau Gasol (16), Ricky Rubio (6), Garbajosa (6), Berni Rodríguez (9), Mumbrú (12), Calderón (3) y Navarro (0).

Rusia: Holden (11), Samoilenko (0), Monya (0), Kirilenko (18), Savrasenko (2) -equipo inicial-; Morgunov (2), Pashutin (4), Keyru (0), Fridzon (9), Vorotsevich (5), Bykov (3) y Ponkrashov (0).

Árbitros: Bultó, Conde y Guirado.

Multiusos de Cáceres. 6.000 espectadores.

4º CUARTO

3º CUARTO

2º CUARTO

1º CUARTO

19-13

34-10

20-23

18-10

El baloncesto en Pekín

Los rusos, los mismos que rompieron el sueño español en el último Eurobasket con una canasta de Holden seguida de un fallo postrero de Pau, sucumbieron con todas las de la ley. Apenas dieron señales de vida con un par de triples de Fridzon, un notable tirador del emergente Khimki, el equipo que ha fichado a Delfino y tienta a Garbajosa, una buena resolución ante la defensa en zona que propuso Aíto en el tercer cuarto y las ya consabidas aportaciones de Kirilenko, haciendo valer su velocidad ante Reyes y resolviendo tras capturar como una anghuila varios rebotes en ataque.

Pero sólo en en el tercer cuarto lograron hacer daño a la defensa española. En los otros, sus números fueron paupérrimos: 13, 10 y 10. Una ruina. La defensa española se los zampó. Les quemaba el balón en la mano, no sabían qué carta jugar, si jugar por fuera o por dentro, si elaborar mucho o poco. De hecho, bastantes veces sucedió que no llegaban al cuarto pase ante la desesperación de su héroe en el Eurobasket, Robert Holden, que se ganó una merecida técnica.

La química que desprende el equipo español resulta espectacular. El público lo agradece. Que sea divertido presenciar un partido en el que pone la directa en el primer cuarto, llega a dominar por la intemerata y lo resuelve muchísimo antes de entrar en el último cuarto, lo dice todo. Sus jugadores lo hacen todo con una facilidad pasmosa, la misma que caracteriza a Pau Gasol, que reapareció con la selección y anotó 16 puntos y capturó cinco rebotes como quien no quiere la cosa. Hasta Ricky Rubio, la nueva joya de 17 años que se ha incorporado al equipo, actúa con el aplomo y el descaro de los mejores veteranos. Rusia no fue rival. Que pase el siguiente: mañana, Argentina, en Madrid.

Gasol y Kirilenko tratan de hacerse con un rebote.
Gasol y Kirilenko tratan de hacerse con un rebote.EFE

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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