_
_
_
_
Reportaje:TOUR 2008 | 13ª etapa

"Millonarios en un día"

El pelotón niega que el dopaje sea inducido por los médicos de los equipos y apunta a quienes se buscan la vida "por ahí" porque no aceptan su falta de calidad

Eleonora Giovio

En el pelotón quedaban todavía los ecos de la tormenta Riccò caída el día anterior. "No será fácil olvidarse de todo lo que ha pasado estos días", decía Iván Gutiérrez, el cántabro del Caisse d'Épargne, mientras probaba su sillín. Es sólo uno de los exponentes del grupo de los molestos. Él habla de ir en contra de la genética con la que cada uno ha nacido, David Millar de mentalidad y problema individual, Vincenzo Nibali -que ha heredado de Riccò el maillot blanco- de caradura y "ganas de saltarse las normas", y Juan Antonio Flecha recurre al ejemplo del camello a la entrada de una discoteca. "Siempre está allí para ofrecerte algo, depende de cada uno elegir cómo quiere divertirse: con o sin pastillas".

"En Suiza se puede comprar EPO en las farmacias", cuenta un experto de la AMA
"A muchos les cuesta entender que se puede pedalear sin meterse nada", dice Flecha
Más información
Dueñas implica a un médico español

Ellos no tienen dudas, por mucho que haya médicos externos al equipo que le coman la cabeza al corredor con frases del tipo "si no te tomas esto no ganarás dinero". El ciclista, dicen, es el que siempre tiene la última palabra para rechazar o utilizar un producto dopante. "Yo no creo que sea algo inducido, es más bien el corredor el que se busca la vida. Hay muchos que han crecido con un tipo de cultura por la que parece que si no te metes no puedes correr. No escuchan a los demás y quieren ser millonarios en un día", explica Flecha.

"Los atletas son las víctimas: saben que han crecido en un ambiente corrupto que protege al dopaje", asegura Sandro Donati, experto antidopaje de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), quien acusa la Organización Mundial de la Salud (OMS) de hacer la vista gorda y no controlar la producción de las empresas farmacéuticas. "En la página web de la OMS, en el glosario, ni siquiera aparece la palabra dopaje, ni tan siquiera la de hormonas anabolizantes", se queja. Para él, los ciclistas están sometidos a una enorme presión por parte del equipo, directores, patrocinadores y medios de comunicación, y no saben decir que no cuando se le ofrece una ayuda extra. "Detrás de los atletas, y más en el caso de los ciclistas, ya existen staff de médicos especializados que tienen una relación muy fuerte con laboratorios de análisis muy avanzados. Saben cuáles son sus niveles mucho antes de los que efectúan los controles antidopaje", explica Donati.

¿Pero quién les proporciona las sustancias dopantes? Según Donati, algunos hospitales y algunas farmacias que no respetan la ley. "En Suiza, las reglas no son tan claras y sé de farmacias a la que uno puede ir y comprar tranquilamente EPO de tercera generación, de CERA". Una ampolla de esas, las mismas que utilizó Riccardo Riccò, según el control en el que resultó positivo, cuesta entre 1.200 y 1.500 euros, pero los ciclistas llegan a pagarlas mucho más caras porque la tienen que tener con gran rapidez y la tienen que tener dónde y cuándo quieren ellos.

En el pelotón, sin embargo, no quieren ni oír hablar de que los ciclistas son las víctimas de un poder externo a los equipos. "Si alguien de fuera te ofrece algún producto tienes que tener un cerebro suficientemente sensato como para decir que no", advierte Iván Gutiérrez. "Es que no puedes ir en contra de tu propia genética. A mí me han dado un cuerpo que no me permite ganar el Tour, por ejemplo. Pues me adapto a ello y me pongo otros objetivos. Si vales para ser décimo, décimo te quedas", continúa. "A muchos, y hablo de los jóvenes, les cuesta entender que se puede pedalear sin meterse nada", le hace eco Flecha, mientras busca la sombra detrás del autocar de Rabobank.

Al lado, sentado en unas escaleras, está Vincenzo Nibali. "A mí nunca me han ofrecido nada. Pero sé de compañeros que, sobre todo a nivel amateur, han tenido médicos externos al equipo que les han intentado limpiar el cerebro vendiéndoles la moto", recuerda todavía enfadado por el caso Riccò. "Es un caradura y me molesta su actitud de querer ir en contra de todo a priori. Hemos coincidido en algunas categorías inferiores y siempre ha hecho todo lo que ha querido dentro y fuera del ciclismo", continúa. David Millar, que estuvo en las filas del Saunier Duval, descarta que exista un dopaje organizado por el equipo: "Riccò es un chico independiente y habrá actuado como tal. Él solito ha hecho lo que ha hecho".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Eleonora Giovio
Es redactora de sociedad especializada en abusos e igualdad. En su paso por la sección de deportes ha cubierto, entre otras cosas, dos Juegos Olímpicos. Ha desarrollado toda su carrera en EL PAÍS; ha sido colaboradora de Onda Cero y TVE. Licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Bolonia y Máster de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_