Javier Riera lleva su noche áurea al Museo Reina Sofía

Javier Riera (Avilés, Asturias, 1964) tiene una larga trayectoria en el mundo de la pintura. Ha colgado sus óleos en numerosas exposiciones y se pueden contemplar en la mayor parte de las instituciones públicas españolas. En un proceso de depuración total de su pintura, Riera acaba de entrar por primera vez en el mundo de la fotografía. Y lo ha hecho con una serie de paisajes titulada Noche áurea, un delicado homenaje a su admirado pintor, Pablo Palazuelo que estos días se puede ver en el Centro de Arte Reina Sofía (www.museoreinasofia.es), dentro del programa Producciones, un espacio para jóvenes artistas.

La exposición está formada por 13 fotografías sobre papel y cuatro cajas de luz. Son imágenes de la naturaleza realizadas entre el atardecer y el amanecer. Sobre los paisajes se proyectan haces de luz con diferentes formas, logrados con plantillas de dibujos geométricos. Todo el trabajo ha sido realizado con una cámara analógica de diapositivas de 6 - 6.

El resultado son unas fotografías que pueden inquietar al espectador. Sobre grandes bosques de pinos se pueden ver luces que forman laberintos o sugieren caracteres de lenguas antiguas. La huella del paso del tiempo e incluso de otras culturas está sugerida en las imágenes. "He intentado hacerme eco de la energía de la naturaleza. Creo totalmente en la capacidad de la geometría para describir los impulsos naturales, tal como hacía Palazuelo en su obra".

Las formas laberínticas tienen una importante presencia en toda la exposición. "Siempre me han fascinado y perturbado los laberintos. Son el resultado de la superposición de dos lenguajes. El del paisaje y el de la geometría. En realidad, lo que yo hago con la cámara es pintar el paisaje, pero sin alterarlo".

Para Manuel Borja-Villell, director del Reina Sofía, Riera "recupera lo más profundo del paisaje, que es la luz que baña las formas, como en la obra de Palazuelo".