La familia de un fallecido en Bosnia se queja de Defensa

Las víctimas siempre tienen razón. Cuatro familiares del teniente Santiago Hormigo, fallecido el 19 de junio en accidente de helicóptero en Bosnia, denunciaron ayer el "trato vergonzoso" que, a su juicio, les ha dado el Ministerio de Defensa. "Nos han tomado el pelo", declaró Enrique Hormigo, tío del teniente. "Nos han faltado al respeto por no seguir las reglas de juego", insistió Emiliano Santana, su tío político.

A diferencia de la familia del sargento Joaquín López, muerto en el mismo accidente, los parientes de Hormigo declinaron participar en el funeral de Estado en la base de Colmenar Viejo (Madrid) y pidieron que se les entregaran los restos para despedirlos en privado en Miguelturra (Ciudad Real). Pero el féretro no llegó a su pueblo hasta primera hora de la tarde del día 21, poco antes de la incineración, y su familia no pudo velar el cadáver, como era su deseo. Tras quejarse de la falta de información, Enrique Hormigo se mostró convencido de que se retuvo el féretro hasta que concluyó el funeral oficial.

Fuentes de Defensa aseguran que se agilizaron los trámites, pero que fue necesario hacer la autopsia y obtener permiso del juez para la incineración y de la Comunidad de Madrid para trasladar los restos a Castilla-La Mancha. En la etapa de José Bono, el ministro tenía un colaborador dedicado en exclusiva a atender a las familias de las víctimas. Ayer, Chacón se planteaba recuperar ese puesto.