Un equipo de barrio
El director deportivo del Saunier dice que su fuerza es el colectivo
Leonardo Piepoli recurre al calcio cuando tiene que explicar qué representa el Saunier Duval. El pequeño corredor italiano, con barba de tres días y la mirada aún ilusionada por la victoria en Hautacam, dice que su equipo es como el Chievo, escuadra de un barrio de Verona que consiguió subir a la Serie A con un presupuesto muy bajo, se mantuvo años con el mismo entrenador y plantó cara al Milan y demás clubes grandes y ricachones. "Ya se sabe, como en todas las familias pobres, hay mejor ambiente", resumía el italiano preguntado por la fuerza del Saunier. El conjunto español ha pasado de no ganar una etapa en cuatro participaciones en el Tour a hacerse con tres en diez días y liderar la clasificación por equipos, montaña y mejor joven.
Todos, empezando por Matxin, el director deportivo, quieren limitarse a disfrutar del momento. El día de descanso quizás ayudó en ese sentido. Y ése es sólo el primero de los tópicos al que recurrió ayer el jefe de filas del Saunier para explicar el momento que está viviendo en la carrera francesa. "El ciclismo es un deporte cruel: un día estás en la cima de una montaña y al día siguiente te vienes abajo", fue el segundo. Rápidamente pasó al tercero: "No estamos aquí para ganar el Tour sino para dar espectáculo en las montañas". Y el día acabó con un cuarto: "Hay que ir día a día". O lo que es lo mismo, ir partido a partido. De momento, Matxin ha ganado la partida en las montañas. "Dije que esta edición de la grande boucle era para los escaladores y dije que allí arriba es donde empezaría nuestro Tour". Ausente Alberto Contador, el director del Saunier cree que ningún otro equipo tiene tantos hombres de montaña como el suyo. "El CSC tiene a Carlos Sastre, porque Frank Schleck es un ciclista completo más que un hombre de montaña, en el Rabobank está Menchov. Y nosotros tenemos a dos escaladores como Piepoli y Riccò, ésa es nuestra ventaja y la estamos aprovechando", explicó. Y ellos, los escaladores, comparten la misma opinión. Ambos creen que respecto al Giro el nivel de competencia entre los hombres de montaña ha bajado.
Pese a ello, ni los más optimistas pensaban que el equipo español -que tiene un presupuesto de unos 5 millones de euros, la mitad que un grande- lideraría tres clasificaciones. Matxin dice que la de equipos y la de montaña no eran ningún objetivo, que simplemente "han llegado" y que la de mejor joven "ha venido por inercia". ¿Pero entonces, dónde está la clave? Según los que mandan, en el colectivo. "Nunca hemos tenido un equipo para ganar el Tour y para venir aquí y quedar 15º prefiero ir a la vuelta del País Vasco. El nuestro es un team formado por corredores regulares; quizás solo Riccò destaque individualmente. Nuestra fuerza reside en el colectivo".
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