Basagoiti y Cospedal piden unidad a los críticos del PP vasco

Antonio Basagoiti ejerció ayer de líder del PP vasco sin haber sido investido con el ropaje de presidente de esa formación. Los discursos tremendistas, como el realizado en la primera jornada del 12º Congreso del PP vasco por su ex presidente Carlos Iturgaiz, o la defensa encendida del legado de María San Gil que ayer hizo el número dos saliente, Carmelo Barrio, fueron contrarrestados por una orden escueta de Basagoiti a sus correligionarios: "Ahora, discurso de integración".

La oposición interna ocupó el fondo sur y jaleó cualquier mención a San Gil

Lo contaba anoche en una conversación informal el que será desde hoy secretario general del PP vasco, el alavés Iñaki Oyarzabal. El "diamante" en el que convirtió Iturgaiz a la aún presidenta de los populares vascos -que como Jaime Mayor fue citada por casi todos los que hablaron- brilló apenas unos pocos minutos. El ex líder del PP vasco y ahora eurodiputado clamó: "No podemos tirar nuestros diamantes al cubo de la basura o al mar (...) También necesitamos a María San Gil". Y animó a los nuevos dirigentes a mantener siempre "abiertas las puertas del partido".

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pidió una y otra vez unidad en la intervención inaugural del cónclave. Además, arremetió contra "el desafío" de Ibarretxe y aseguró que "un proyecto político para Euskadi sin nacionalismo es posible".

Buena parte de los críticos con el proyecto que Basagoiti pretende llevar adelante "para conectar" con los vascos, se colocaron en el fondo sur de la sala del Palacio Euskalduna. Su voz fueron los aplausos, muy insistentes cuando sonaba el nombre de San Gil, y, en términos políticos, las siete enmiendas a la ponencia política que alaveses como Santiago Abascal defendieron ayer en la comisión. Tuvieron su minuto de gloria, jalearon a Iturgaiz y su discurso tremendista -llamó al lehendakari "presunto delincuente" y le acusó de "malversación de fondos" por destinar más de cinco millones de euros para la consulta-. Una intervención que recordaba a los tiempos de Mayor Oreja. Pero se quedaron ahí.

Iturgaiz puso en marcha de nuevo el aplausómetro cuando reclamó a la dirección que el "objetivo interno" casi prioritario debería ser que ese "diamante" que es San Gil, ausente al igual que Mayor, "vuelva a brillar al frente de este partido".

Mucho más comedido estuvo Carmelo Barrio, que se despedía ante los 401 compromisarios emocionado tras 12 años de secretario general. Inició su informe de gestión, aprobado por unanimidad, colocando en un pedestal a San Gil: "Lo mejor que hemos tenido en nuestro partido". Y apuntalando su legado político con una frase que sonó a mandamiento: "Comparto todos y cada una de las decisiones que ha tomado".

Abascal aseguró anoche, tras ver transaccionadas algunas de sus enmiendas, que "es un paso importante en la integración". "No salgo como he entrado al congreso", apuntaba. La ponencia política recogerá que el PNV y EA, preferentemente, son dos partidos que "no colaboran suficientemente en la derrota del terrorismo". Su enmienda, en consonancia con lo defendido por San Gil, hablaba abiertamente de que los partidos nacionalistas "obstruían" la derrota de ETA.