La evolución del coche de bajo coste

El Dacia Sandero repite la fórmula de coche económico apto para todo que estrenó el Logan, pero añade una imagen más sugerente y acabados menos espartanos. Dirigido al público juvenil, este amplio utilitario de cinco puertas se vende ya desde 7.500 euros.

Dacia, la marca de bajo coste de Renault, quiere consolidarse en Europa occidental, y el Sandero es su arma para conseguirlo. Más refinado que la berlina Logan, aporta una estética más actual, un interior desahogado y una relación entre precio y calidad casi imbatible. La versión básica cuesta 7.500 euros, y la más potente y equipada sube a 9.700.

Vestido con una carrocería de rasgos modernos, el Sandero mide 4,02 metros de largo, cuatro centímetros más que un Clio, e impresiona por su amplitud: puede alojar a cinco adultos sin agobios, algo poco común en su tamaño. El maletero tiene 320 litros y es el mayor entre los utilitarios. El salpicadero y los acabados son sencillos, pero menos elementales que los del Logan.

El Sandero cumple en cualquier escenario -ciudad, carretera, viajes- y tiene unas suspensiones blandas que priman el confort. La calidad de conducción (tacto, sonoridad) es inferior a la de los utilitarios más modernos, pero muy correcta en relación con el precio. Se ofrece con dos motores de gasolina veteranos, 1.4 y 1.6, de 75 y 90 CV, que gastan en torno a siete litros de media. Pero en la primavera de 2009 llegarán dos 1.5 dCi turbodiésel de 70 y 85 CV, que corren más, gastan menos (unos 5,5 litros) y reducen las emisiones a la frontera fiscal de los 120 g/km de CO2.

La gama incluye tres acabados: Base, Ambiance y Laureate. El primero -sólo para el motor 1.4- tiene ABS y airbags frontales, pero es tan simple que carece de dirección asistida y de cierre centralizado. El Ambiance ofrece estos elementos, y el Laureate añade airbags laterales, ordenador y antinieblas. El aire acondicionado, las llantas de aleación y el radio-CD se pagan siempre aparte (968, 340 y 365 euros).