_
_
_
_
Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Matrícula de honor

A las 9.30 asistí a la defensa de una tesina de master sobre informática en la Universidad Politécnica de Cataluña. En el aula, pequeña y abarrotada por familiares y amigos del ponente, hacía un calor considerable. El ponente, el joven Hugo Hernández Pibernat (vestido con pantalón corto y polo: las galas de los informáticos), había preparado un power point y se explicó, en inglés, con el aplomo y la elegancia gestual de los meteorólogos de la televisión. Propuso un algoritmo que mejora los hasta ahora utilizados para ahorrar energía en circuitos en red de móviles u ordenadores, siguiendo los métodos de la Ant Colony Optimization de Marco Dorigo, que se inspira en el comportamiento de las colonias de hormigas para seguir el camino más corto de cuantos conducen desde el hormiguero hasta un determinado depósito de alimentos: las hormigas van dejando a su paso un rastro de feromonas que se hace paulatinamente más intenso al transitar por el camino más corto y, por el contrario, se va haciendo más leve en los trayectos más largos, hasta que éstos son desechados.

Por esta investigación que ya está siendo publicada en la prensa especializada internacional, el tribunal propuso y obtuvo la matrícula de honor para Hugo Hernández, y el público aplaudió con entusiasmo. Luego en el pasillo todo eran sonrisas y lágrimas, abrazos y emoción. Yo, que soy lo que en el lenguaje de la corrección política llaman un sujeto technologically challenged, 'desafiado tecnológicamente', torpe en estas materias, no lo soy tanto en otras, relativas a la observación, como para no haber disfrutado intensamente de un rito académico tan brillantemente conducido en el que la inteligencia, encarnada en el joven ingeniero en pantalones cortos, se aplicaba a un problema y lo resolvía con sencillez y desenvoltura máximas. Este asunto de las hormigas y las computadoras tan bella y verazmente expuesto me emocionó.

Por la tarde fui a la calle del Consell de Cent, a la inauguración de Con el tiempo, contra el tiempo, la exposición sobre Ángel Crespo en el décimo aniversario de su muerte, que empezó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y ahora llega a la sala de exposiciones del Círculo de Lectores de Barcelona. Es una exposición muy completa, con manuscritos, cartas, fotografías, dibujos, ediciones, y los aforismos de Crespo escritos en las paredes. Estaban Pilar Gómez Bedate, claro, y J. L. Giménez-Frontín, Àlex Susanna, Joan Riambau... Corredor Matheos pronunció unas cálidas palabras para recordar cuánto bien hizo y nos hizo Ángel Crespo. Citó, me parece, aquellos versos en los que éste se refería a sus exilios, a su vida de profesor errante de país en país hasta volver a España: "He muerto muchas veces / y otras tantas he vuelto / a contemplar mis días... Voy gozoso a la tierra / de la que me he de alzar / con oro entre las manos". Desde luego, esto no lo puede decir cualquiera. Yo creo que estos versos también le cuadran al último viaje. Por lo menos para mí sí se cumple su fantástica predicción cuando vuelvo a casa y encuentro que me estaban esperando tres libros de Crespo recién salidos de las imprentas, como si su asombrosa fecundidad de crítico, de poeta espléndido, de traductor leal, no cesase nunca. Son los ensayos sobre poesía y sobre arte recogidos bajo el título de El poeta y su invención (Círculo de Lectores); la reedición de El libro del desasosiego de Pessoa (Seix Barral), y el volumen Con el tiempo, contra el tiempo (Círculo de Bellas Artes), que es el catálogo de la exposición a la que me he referido, e incluye los tributos de un montón de literatos y amigos. Como no los puedo nombrar a todos, nombraré sólo a Claudio Guillén. Sólo a él, pero dos veces: Claudio Guillén. Día perfecto.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_