PSOE y PP se acusan de alimentar el transfuguismo en Lugo y Ourense

Cuando ha transcurrido poco más de un año de las elecciones municipales, la política local gallega está alcanzando su punto más alto de conflictividad y confrontación. Ausencias de concejales a plenos difíciles de justificar (Foz) o extrañas mociones de censura (Trives y Calvos de Randín) han logrado que partido socialista y PP se hayan enfrascado en una bronca continua con duras acusaciones sobre incumplimientos del pacto antitransfuguismo.

El presidente del PPdeG, Alberto Núñez Feijóo, está convencido de que la ausencia a un pleno de la edil popular en Foz Luisa Prieto, que facilitó la aprobación de los presupuestos al gobierno en minoría del PSOE, "no fue casual". Mientras tanto, el senador socialista y secretario provincial de esta formación en Lugo, Luis Ángel Lago Lage, pide al PP "un poco de reparo" en las afirmaciones de los populares que, según él, "están asaltando los gobiernos municipales de Trives y Calvos de Randín". El dirigente socialista acusó al PP de "estar comprando desvergonzadamente voluntades de tránsfugas políticos en esos ayuntamientos".

Lago Lage es partidario de que se reúna el Pacto Antitransfuguismo, pero "para analizar los incumplimientos del Partido Popular en Galicia". "No se puede hablar tanto de ética y moralidad cuando el problema político lo tienen ellos mismos dentro de casa y cuando son ellos los que siempre se dedican a conseguir alcaldías por la vía inmoral de la compraventa de voluntades de concejales sin escrúpulos ni vergüenza que sólo atiende a intereses particulares inconfesables", remarcó.

Con unos argumentos similares pero dirigidos en sentido opuesto, el presidente del PP gallego atribuyó la moción de censura en Trives -que descabalgó al alcalde socialista- a la "responsabilidad exclusiva" del PSOE, al haber intentado "por todos los medios posibles" que quien ganó las elecciones (PP) "no pudiera gobernar". "Fueron los concejales del Partido Socialista los que firmaron la moción de censura con los del PP", matizó.

Pero el político popular también se paró en el caso de Foz para afirmar que el comportamiento exhibido por la concejal Luisa Prieto lo estudiará el comité de Derechos y Garantías del partido a fin de "conocer a qué obedece una ausencia tan clamorosa que permite a un alcalde sin mayoría absoluta comportarse como si la tuviera".

"Foz y Galicia se merecen una explicación de las cosas tan raras que pasan en este pueblo", apostilló Feijóo, después de sembrar todas las sospechas posibles sobre el alcalde, el socialista José María García Rivera. "El mismo que fue capaz de otorgar en una mañana 1.350 licencias es capaz de conseguir muchas cosas y ese tipo de cuestiones nos gustaría que se aclararan", subrayó Feijóo.

Los dirigentes populares daban por hecho ayer que la edil será expulsada de la formación, antes de que ella misma anunciase que remitirá un escrito al PP para solicitar "la baja" dentro de la organización. Luisa Prieto también subrayó su intención de pasar al grupo de los no adscritos y por tanto de no renunciar a su acta de concejal.

Aturdida y emocionada, la edil dijo que se reserva la posibilidad de emprender acciones judiciales contra quien haya insinuado un comportamiento de transfuguismo o venta, cuestiones que calificó como "suposiciones de cabezas calientes o pajas mentales". "Esta concejal", agregó, "puede decir, con mucho orgullo y la cabeza alta, que no se vendió a ningún partido ni persona alguna, y que la no asistencia al pleno fue exclusivamente por un desencuentro dentro del PP de Foz que llegó hasta aquí por no saber manejar la situación".

Según la versión de la concejal díscola, -segunda que se desmarca en la provincia de Lugo del Partido Popular- su ausencia se debió a que el PP se oponía a una inversión de 60.000 euros en su parroquia (Cangas de Foz), lo que constituyó "la gota que colmó un vaso que ya estaba lleno de desplantes y marginación". La concejal advirtió además que no ha cedido a las "presiones" a las que la sometió el PP para que dejase su acta en el ayuntamiento.

El socialista Lago Lage se desentendió de este caso y animó al presidente provincial del PP, José Manuel Barreiro, a que "solucione" los problemas de su partido y "deje de crear cortinas de humo para disimular su incompetencia".