Oriol Giralt: "La junta ha perdido la fuerza moral"

Abogado especialista en derecho deportivo y socio del Barça 39.206, Oriol Giralt presentó 9.473 firmas sobre las 5.882 necesarias para impulsar la moción, y el 97% fueron validadas, circunstancia que avala el éxito de su iniciativa. Giralt, que votó a Lluís Bassat en 2003, ya solicitó ante el Tribunal Catalán del Deporte la inhabilitación de Laporta por incumplimiento estatutario respecto a la duración de su mandato.

Pregunta. ¿Puede ofrecer tres motivos que justifiquen el voto de censura del domingo?

Respuesta. Uno: la enorme frustración colectiva que sienten los socios por quedarse sin nada después de tenerlo todo. Dos: la nefasta gestión de una junta que vende los cracks del equipo a precio de saldo. Y tres: la prepotencia y soberbia del presidente y su directiva, que sólo ha remitido tras presentarse el voto; hemos pasado de la incomunicación a que los afectados tengan encendido el teléfono móvil. Nos dijimos: ya basta. Teníamos la percepción de que la gente estaba enfadada y las firmas demuestran que lo estaba mucho más de lo previsto.

P. La gente se sorprende también de que hayan alcanzado su objetivo con una campaña financiada de su propio bolsillo con 30.000 euros y sin medios.

R. Así es. Una casa de apuestas se prestó a financiar la campaña y no accedí. Nos ha alcanzado con una habitación de un hotel, una web y una sabata y una espardenya. Desde el amateurismo, hemos puesto a Laporta en una situación complicada y si sigue deberá cambiar su forma de actuar.

P. ¿Qué relación mantiene con la actual directiva?

R. Conozco a algunos directivos y supe de Laporta cuando presentó la moción de censura contra Josep Lluís Núñez en marzo de 1998 por una consulta jurídica, y ya me llevé una mala impresión. La primera junta de Laporta no supo asimilar el triunfo y el presidente pasó a ser la estrella, mientras que la segunda, la que nos afecta, dilapidó los activos.

P. ¿Le beneficia el anuncio de Sandro Rosell de que optará a las elecciones cuando se convoquen? ¿Está detrás de la moción?

R. No tengo relación con Rosell. Si su anuncio favorece la participación, mejor. Lo que más me preocupa es que el número de votos sea representativo. Me gustaría que fuera alrededor del 20%, entre 22.000 y 24.000 socios, con independencia del resultado, es decir, que la abstención fuera la menor posible. Si gana el sí a la moción, bien; en caso contrario, habrá servido para que la junta no vuelva a actuar como hasta ahora. No me obsesiona el resultado porque no tengo ambiciones. Me gustaría que prosperase el voto de la misma manera que reitero que se ha cumplido mi deseo de expresar el descontento de los socios con una manera de proceder. Felicitaré a la junta si gana.

P. ¿Sería un fracaso que tuviera menos votos que firmas?

R. No tengo indicios sobre el posible resultado. Es evidente que la junta ha procurado que todo juegue a su favor. Le ha venido bien dilatar la fecha de votación para enfriar el proceso y presentar jugadores. No tiene sentido fijar la votación para el día 6 de julio cuando se disponía de tiempo desde el 29 de mayo. Es un atentado contra el sentido común. Yo, de momento, me siento ganador por reunir más de 9.000 firmas en un proceso limpio.

P. ¿Por qué en la pregunta que se vota no sale el nombre de Laporta, sino el de la junta y sí el suyo?

R. A la junta no le interesaba por una cuestión de imagen. Incluso peligró el redactado de la pregunta. Nos han puesto pegas a todo y nos han complicado mucho la vida.

P. ¿Ustedes también propusieron un juego controvertido en la web y su compañero promotor, Cristian Castellví, disponía de un blog en el que criticaba a la junta?

R. Quise transmitir siempre una imagen seria y de respeto y de ahí que retirara el juego, y respecto a Castellví, ha habido acusaciones fuera de lugar. La junta ha contado con palmeros que han apuntado hacia mí en vez de hablar del voto. La directiva no admite la discrepancia y aún no ha entendido que se cuestione su gestión. Laporta cree que la pañolada del día del Mallorca respondía al interés del socio para desearle unas felices vacaciones. No se ha presentado una moción de censura por dos años sin títulos, sino por la manera de hacer de la directiva. A algunos les ha avergonzado la actitud del presidente.

P. La directiva sostiene que no hay motivo para una moción de censura cuando el mandato presidencial está limitado.

R. Es un disparate democrático decir que el presidente tiene derecho a acabar su mandato. El derecho se lo conceden los socios, y hay procedimientos que posibilitan que los mandatos acaben antes de lo previsto. Esta junta pasará a la historia por haber tenido que convocar un proceso electoral [en 2006] por un mandato del juez. Todos los candidatos de 2003 aceptaron que los ocho días transcurridos desde la toma de posesión del cargo hasta el final del ejercicio contaban como un año, y el consejo intentó que su mandato durara cinco temporadas. Tenían que ser inhabilitados. Algunos de los órganos de control del club, y sobre todo los cargos que prevén los estatutos, se han entregado a personas amigas, alguna incluso tuvo que hacerse socia, y no a personas imparciales.

P. ¿A usted le acusan de formar parte de una trama?

R. Viven obsesionados por las tramas y los enemigos. ¿Acaso piensan que es imposible que tengan que afrontar un voto de censura sin tramas quizá porque el suyo, en 1998, se articuló a partir de una trama? Intentan provocar el miedo en los socios diciendo que la moción puede desestabilizar al club e impedir una buena programación deportiva.

P. Reconocerá al menos que los Boixos Nois publicitaron la firma de la moción.

R. No es la moción de los boixos, como se dijo desde la junta, y no apretaré más el acelerador para no perjudicar al club. La junta ha participado en la dilapidación de la mejor plantilla del mundo. Ha perdido la fuerza moral por su manera de proceder. Intento que se pueda corregir lo que ha pasado a partir de una campaña limpia que obliga a hablar de gestión y actitud. El socio podrá decidir en un sentido u otro. El proceso ahí está.