La crisis del sector empuja a los agricultores a un mes de protestas

Unos 400 agricultores se concentraron en la mañana de ayer en Utiel, donde efectuaron dos cortes de tráfico en la A-3 de unos diez minutos que causaron retenciones de dos kilómetros. Fue la primera de las acciones previstas por la Unió de Llauradors i Ramaders para protestar por la situación que atraviesa la agricultura y la ganadería debido al incremento de los costes de producción y los bajos precios que recibe el productor.

La subida del precio del gasóleo agrícola, los fertilizantes y los piensos, así como el inminente incremento de la tarifa de la luz para el riego y la supresión de las tarifas especiales ante la liberalización del mercado eléctrico, están llevando a la ruina a miles de explotaciones agrícolas y ganaderas de la Comunidad Valenciana, según el sindicato, que denuncia que ello sucede ante la pasividad del Gobierno central y la Generalitat.

El secretario general de la Unió, Josep Botella, que participó en la acción, calificó de insostenible la situación en la que vive el sector, que se ve empujado a llevar una serie de movilizaciones durante el mes de julio para llamar la atención sobre las dificultades que afrontan los productores para mantener la actividad a flote.

La protesta realizada ayer en la comarca Utiel-Requena, que hoy vivirá una segunda jornada con nuevos cortes en la A-3, se centró en el problema que sufren los productores de vino, que, según la Unió, viven asfixiados económicamente ante el incremento de los costes de producción, los precios inferiores a los costes de producción que perciben, los retrasos en el cobro de las ayudas y "las políticas negativas" emprendidas por los gobiernos central y autonómico, que desde su punto de vista empeoran aún más la renta de los agricultores.

Las movilizaciones, que se alargarán durante el mes de julio, se trasladarán a la puerta de las Delegaciones de Hacienda de algunas ciudades como Castellón, Alicante o Xàtiva, donde los agricultores reivindicarán mejoras fiscales.Para paliar la situación que causa el desfase entre los precios de la producción y el que perciben por el producto los agricultores y los ganaderos, la Unió reclama medidas a las administraciones. Entre ellas, Josep Botella propone la aplicación de un IVA reducido, la adecuación de la fiscalidad, una ley de márgenes comerciales y un seguro de costes que garantice la renta de los productores. En ese sentido señaló que la reducción de módulos del Ministerio de Hacienda ha supuesto "un verdadero desastre" para el sector, que no puede incluir las facturas de los abonos.

El sindicato también reclama el establecimiento de un gasóleo profesional, el mantenimiento de la tarifa de riego (su supresión incrementará el precio en una media del 35%), así como mecanismos de compensación de pérdidas mediante ayudas por daños por plagas. Asimismo, la Unió reivindica la aplicación de una OCM del vino que no prive los intereses de la industria y el comercio frente a los productores. O medidas de control del aumento de precio de los piensos, compensación a través de ayudas a los ganaderos y adecuación de la fiscalidad a la realidad del sector para evitar que se paguen impuestos sobre pérdidas.

Por otra parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) también reclamó ayer al Ministerio de Hacienda en una reunión la puesta en marcha de medidas fiscales que ayuden a mitigar la desesperación del sector. UPA reivindicó un gasóleo sin cargas impositivas y la devolución del Impuesto Especial de Hidrocarburos del combustible consumido desde octubre de 2007 a diciembre de 2008. Además, planteó la deducción de fertilizantes y plásticos como estaba establecida en años anteriores.