El lado más erótico de la familia Sarkozy
El padre del presidente francés expone las obras que realiza con un amigo en la Casa de Vacas del Retiro
Queriendo o sin querer, Pal Sarkozy, el padre del presidente francés, le ha hecho un gran favor a su amigo y antiguo compañero de despacho Werner Hornung. Ambos trabajaban en empresas de publicidad en París, casi mesa con mesa. Al padre del político -más alto y estilizado que su hijo, y hecho un galán a sus 80 años- le gustaba dibujar de toda la vida "con un lápiz y un papel", según cuenta. De hecho, hizo dibujos para firmas como L'Oréal o Dior. Hornung, 20 años menor, llevaba décadas desarrollando creaciones artísticas basadas en el collage: recortes de periódicos, pinturas, fotografías... "Ayudado de la tecnología, las obras se digitalizaron", dice él mismo.
El caso es que la obra de Hornung era bastante desconocida pese a estar colgada, en parte, en Internet. Hace cuatro años tuvo la gran idea de proponerle a su amigo Pal mezclar sus creaciones, hacer una especie de max mix Pal-Werner. "Elegimos una idea, él dibuja algo y yo trabajo sobre ello hasta que le damos una forma final".
El resultado de ese trabajo conjunto son las 35 obras que pueden verse hasta el 13 de julio en la Casa de Vacas del Retiro y que, cuando menos, sorprenden por su alto contenido erótico y su inspiración surrealista. También hay un retrato del presidente francés "sacado de su propia habitación", decía ayer su padre en la presentación de la muestra, a la que asistió (ausentándose del pleno) el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón; el embajador francés, Bruno Delaye, y la comisaria de la exposición, Alicia Viladomat, hija del artista Domingo Viladomat; entre otros.
Out of mind (que puede traducirse como Sin control) es el nombre de la muestra, en la que predomina claramente la creatividad de Hornung frente a la de Sarkozy padre. Y basta con echar un vistazo a las obras del artista de origen alemán en su web. En algunos cuadros de esta exposición se vislumbran los dibujos eróticos del padre del presidente francés, pero parece claro que su principal aportación es la popularidad.
Las piezas tienen otra particularidad: no son únicas. "Hay seis de cada", dice Hornung. Es lo que tienen las tecnologías: hacen repetible la obra de arte. "No son copias", insiste, "son la misma obra". Un debate interesante.
Si algo parecen compartir estos dos hombres en sus creaciones es el gusto por el sexo opuesto. "No llega a ser una obsesión", afirma Hornung. "Pero nos gustan las mujeres", dice sonriendo a su colega. No en vano Sarkozy padre, que pasa largas temporadas en España (Ibiza y Madrid), se ha ganado fama de mujeriego.
Y se preguntarán ustedes cómo ha llegado esta colección a Madrid, donde se presenta como "primicia mundial", según el alcalde. "No quise presentarla en París para que no creyeran que me aprovechaba de mi hijo", explicó Sarkozy. Sí aprovechó, en cambio, su amistad con Alicia Viladomat, que explicó que fue a ver a su amigo Pal a París: "Y le propuse exponer en Madrid. Me dijo que sólo si yo era la comisaria y aquí estoy". Nada menos. Un lugar privilegiado (la última exposición tuvo 55.000 visitas), que les han cedido sus "amigos" del Ayuntamiento.
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