La cadena que cambió el mundo de las series busca nuevas fórmulas
La HBO intenta sobrevivir al final de algunos de sus grandes éxitos
Sexo en Nueva York, Roma, Los Soprano. Las siglas HBO (Home Box Office) están asociadas para muchos con algunas de las mejores series de los últimos años. En Estados Unidos, sin embargo, las cosas son distintas. "HBO es una televisión de pago, con más de 30 millones de abonados. Pero nuestro verdadero negocio son las películas y los deportes. Dos de cada tres usuarios no han visto jamás Los Soprano". Richard Plepler, copresidente de este canal estadounidense y responsable de programación, responde así en Londres a la eterna pregunta: ¿puede esta cadena sobrevivir al final de Los Soprano, una de sus series estrella?
Plepler y Michael Lombardo (presidente de operaciones en la Costa Oeste de HBO desde 2007) presentan en la capital británica un avance de su parrilla. Una programación en la que no estarán Los Soprano, pero tampoco The Wire, Deadwood o Roma, algunos de sus otros éxitos que también han terminado. "Tenemos confianza en nuestros próximos proyectos. Sería absurdo intentar repetir The Wire o Los Soprano, son casos que se dan una vez en la vida. No tiene sentido prolongar artificialmente la vida de las series. Hay que saber cuando decir basta", dice Plepler.
'Sexo en Nueva York', 'Roma' o 'Los Soprano' hicieron famoso a este canal
Cuando HBO inició sus emisiones en 1972 poco podía imaginar su propietaria, Time-Warner, que su apuesta por los contenidos de pago acabaría generando una de las mejores cadenas de televisión del mundo. "La idea era reunir a todas las personas a las que no les importa pagar para acceder a los mejores contenidos. La apuesta sigue siendo la misma, pero ahora tenemos más competidores. La televisión ya no es una cosa marginal, y la calidad produce réditos", afirma Lombardo.
Este canal ha soportado con entereza problemas como los cortes de su señal vía satélite en 1986, el acoso de algunos think-tanks republicanos (la cadena ha sido considerada siempre un bastión del partido demócrata) o, más recientemente, el escándalo que protagonizó su presidente durante 22 años, Chris Albrecht, que fue arrestado en mayo de 2007 en Las Vegas por agredir a su prometida. Albrecht fue despedido poco después. La HBO tampoco aparece en los rankings, ya que por su condición de plataforma de pago no llega al público en general, y sus mayores audiencias las registra con el boxeo o el estreno de películas en taquilla.
Quizá por ese talante, sobrio y dogmático, HBO ha sido desde sus inicios un estándar de televisión sin complejos, "ya sea a nivel financiero o conceptual", dice Plepler, que añade: "No es que el dinero no importe, es que nos gusta invertirlo si el producto merece la pena. Lo mismo sucede con el sexo o la violencia, no es que esos elementos aparezcan en nuestras series para causar escándalo. Cuando vemos series como The Wire, Los Soprano o Tell me you love me, donde hay grandes dosis de violencia o sexo explícito, analizamos si ese elemento es realmente necesario para la historia. Si determinamos que sí, no vemos por qué deberíamos intervenir en el proceso creativo".
En la última década, la cadena ha encabezado una época dorada para la buena televisión: Hermanos de sangre, producida por Tom Hanks y Steven Spielberg; A dos metros bajo tierra, de Alan Ball (guionista de American beauty); Deadwood, de David Milch; The Wire, de Ed Burns y David Simon; Sexo en Nueva York, Entourage y, cómo no, Los Soprano, de David Chase, han conquistado los corazones de los aficionados. "HBO es aún una empresa casi familiar y todos los que han trabajado con nosotros repiten: Hanks y Spielberg están produciendo Pacific, una serie ambientada en el Pacífico en la II Guerra Mundial, Alan está a punto de estrenar True blood, que va a dar muchas alegrías a los fans de esta casa, David y Ed están a punto de estrenar Generation kill, una mini-serie sobre la primera unidad que entró en combate en la guerra de Irak...".
Pero a la prensa le inquieta la idea de que en los últimos seis meses HBO no haya estrenado ninguna serie de producción propia, y muchos ya especulan con el fin de la gallina de los huevos de oro. Esto, unido a la notable producción de la cadena Showtime (con Weeds, Dexter o Californication como estandartes) y a la -publicitada- intención de Viacom de crear una nueva supertele con la fusión de los recursos de Paramount, MGM, United Artists y Lionsgate, ha generado en EE UU una ola de desconfianza sobre el futuro de la HBO.
A Plepler y Lombardo, la idea no les inquieta: "Si hacemos lo que debemos y lo hacemos bien, seguiremos siendo los mejores. Showtime tiene algunas buenas series. Pero, humildemente, seguiremos siendo los primeros de la clase. No olvidemos que el 90% de los hogares con televisión de pago tiene HBO", dice Plepler antes de preguntar: "¿De verdad conocen HBO en España?".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.