De la cima de América al sol

Aficionado al montañismo y destinado en Chile, donde estuvo trabajando en la constructora Dragados, José Luis Galindo, presidente y fundador de Enertis Solar, tuvo la oportunidad de afrontar la ascensión al Aconcagua. Sentado sobre sus 6.962 metros de altura, pensó que no hubiera podido llegar hasta allá arriba sin estar convencido de que podría lograrlo. "Los desafíos hay que visualizarlos para conseguirlos", asegura.

A partir de aquella experiencia, fraguó una convicción que aún acompaña a este emprendedor: "Me di cuenta de que era capaz de llevar adelante cualquier proyecto". Y ese proyecto, hoy realidad, es Enertis Solar, una empresa especializada en energía solar, que "por una parte, comercializa y distribuye equipos y, por otra, ofrece controles de calidad, asistencia y logística en la instalación de los equipos a otras empresas". Su suegro, propietario de una fábrica de componentes para infraestructuras solares, y el asesoramiento bancario le empujaron hacia esta actividad, creyendo que "era un campo con futuro".

Echando la vista atrás, José Luis, vendedor de bañadores y motos de segunda mano con los que pagarse sus escapadas a la montaña en su adolescencia, también dio clases particulares, "de lo que me ha quedado el repetirme tantas veces como sea necesario, hasta notar que mi interlocutor ha entendido lo que le quiero decir". Formado en el sector de la construcción, sabe lo que quiere y en poco más de un año de actividad lo ha demostrado, levantando de la nada una empresa que cuenta con una cartera de cuarenta clientes, proyectos contratados por valor de diez millones de euros y una facturación, al cierre de 2007, de 3,5 millones.

Muy lejos de pretender competir con los grandes productores de energía, "para lo que necesitaríamos unas instalaciones que ni queremos ni podemos tener", el objetivo de Enertis Solar se centra en realizar muchas pequeñas instalaciones, "en lugar de pocas grandes; rama independiente de la empresa que tiene mucho volumen de negocio pero deja muy poco margen. En realidad, nos sirve para ponernos en el mercado", asegura. La necesidad de competir en el mercado de la instalación obliga a la empresa a buscar un suministrador, "y acudimos donde actualmente están los fabricantes: a China".

Al llegar a Oriente, Enertis Solar encontró muchos fabricantes, de los que pocos cumplen los cánones exigidos. "Es fácil diferenciarlos. Sólo hay que fijarse en aspectos como el material que emplean en la fabricación, la maquinaria utilizada y si tienen entre sus accionistas una empresa que cotice en la Bolsa de Nueva York. Luego, aparte de la credibilidad del fabricante, todos los productos que importamos de China llevan un control de calidad, tanto en origen como en destino. Porque un módulo que venga con fisuras provocadas por la manipulación en el transporte, y que no se ven a simple vista, puede disminuir su capacidad de producción en un 2% o 3% en 15 días. Y se deteriora más rápido en el tiempo. Lo que puede suponer que la instalación no amortice sus pagos a tiempo", advierte.

"Y hay que asegurar que el parque solar tiene el rendimiento que se le ha dicho al promotor, al cliente y al banco", dice Galindo, que sigue visualizando, como antes de escalar el Aconcagua.