"El podio depende de nosotros"

La suerte, esquiva tantas veces, acudió ayer en auxilio de Fernando Alonso en la cronometrada del Gran Premio de Francia de F-1, en el circuito de Magny Cours. El trabajo que realizó el español en la clasificación fue excelente. Entró sin dificultades en la Q3 y realizó una vuelta impecable situando el R28 en la cuarta posición, sólo superado por los Ferrari de Kimi Raikkonen, que logró finalmente su 16ª pole, y Felipe Massa y por el McLaren-Mercedes de Lewis Hamilton, del que le separaron sólo 15 centésimas. Sin embargo, esta vez todas las circunstancias parecieron ponerse de acuerdo para que fuera favorecido. Saldrá tercero, tras los Ferrari, por una sanción al británico.

Se sabía que Hamilton iba a perder diez posiciones en la parrilla tras embestir a Raikkonen en la pasada carrera, la de Canadá. Pero lo que no podía ni imaginarse Alonso era que por detrás tendría al italiano Jarno Trulli, que habitualmente actúa de tapón para sus perseguidores, y que el otro McLaren, el de Heikki Kovalainen -sexto mejor tiempo-, sería también sancionado con la pérdida de cinco posiciones por haber obstruido a Mark Webber en la primera sesión de la clasificación. A todo eso se agregó el hecho de que los BMW no lograron acertar con el set-up y tenían serias dificultades para afrontar la última chicane antes de la recta de salida. Los tiempos de Robert Kubica estuvieron muy por debajo de lo habitual y Nick Heidfeld ni siquiera logró entrar en la Q3.

"BMW y McLaren no están tan lejos, pero el futuro del R28 es complicado"

"Esta vez no hay que arriesgarse. Los Ferrari no están a mi alcance"

"Por primera vez, el podio depende de nosotros mismos", afirmó satisfecho Alonso; "alcanzarlo es posible por dos razones: una, que BMW va en este circuito mucho peor de lo habitual y hay que aprovecharlo; y dos, que la sanción a Hamilton nos abre otra puerta. Esta vez deberé luchar por el tercer escalón del podio con Trulli y Kubica mientras que en las demás carreras siempre tuve que esperar los errores de otros pilotos".

La cuestión fundamental es que el R28 parece estar a la altura de los mejores en esta carrera. Los tiempos de Alonso confirman que el coche sigue evolucionando positivamente y que cada vez está más cerca de los BMW y los McLaren.

"No están tan lejos. Podemos luchar con ellos", confesó Alonso. "Tienes la tentación de dar otro pasito para alcanzarles. Pero el futuro del R28 es complicado. Si el equipo tiene las ideas claras sobre cómo mejorar este coche, hay que seguir adelante con él. Si no, si hay que estrujarse la cabeza para encontrar cosas nuevas, no vale la pena porque nada de lo que avancemos ahora en aerodinámica nos servirá para la próxima temporada, en la que sólo podrán utilizarse un alerón trasero y otro delantero", matizó.

Renault, sin embargo, no está dispuesto a tirar la toalla. Desde el Gran Premio de Cataluña, en el que partió segundo en la parrilla, la evolución es evidente: partió séptimo en Turquía y Mónaco y cuarto en Canadá y hoy lo hará tercero en Magny Cours. En Silverstone se incorporarán nuevas mejoras aerodinámicas y mecánicas que les permitirán ganar una o dos décimas más por vuelta.

"Estaríamos a tres o cuatro décimas de los grandes", dijo Alonso; "seguiríamos luchando con BMW y optaríamos claramente al séptimo puesto de pilotos y al cuarto de constructores. Era el punto del que esperábamos partir en Australia. Pero allí estábamos a un segundo". Una situación a la que se llega tras siete carreras. Tarde. Pero la perspectiva de un podio sigue ilusionando. "Esta vez no hay que arriesgarse. Los Ferrari no están a mi alcance y no creo que me frenen. La cuestión es mantener mi tercera posición y tratar de engancharme a Raikkonen y Massa". Y esperar que la carrera sea tranquila.