Camps llega al congreso con la idea de asentarse como barón territorial
El presidente de la Generalitat intervendrá hoy y en la clausura con Rajoy
El presidente de la Generalitat y de los populares valencianos, Francisco Camps, llega hoy al 16º congreso nacional del PP con el objetivo de consolidarse como barón territorial del partido. Camps ha logrado que la organización visualice su creciente protagonismo en las decisiones del PP nacional adjudicándole dos intervenciones. La primera en la sesión inaugural. Y la segunda, y más importante, en la jornada de clausura, donde tiene reservado un espacio justo antes de las intervenciones de la próxima secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el previsiblemente reelegido presidente, Mariano Rajoy.
Camps, además, arranca el congreso esta tarde con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, como presidenta del cónclave, y el anuncio de que su amigo y ex consejero Esteban González Pons ocupará la vicesecretaría de comunicación del partido, una de las tres que ha decidido crear Rajoy.
Camps sitúa a González Pons en una de las tres vicesecretarías
El presidente de la Generalitat no ocultaba ayer su satisfacción por la marcha de los acontecimientos. Si hace cuatro años fue Rajoy el que tuvo que intervenir en el congreso regional celebrado en Castellón -y decir aquello de "Eduardo, tú a Madrid; Paco, tú a Valencia" para facilitarle a Camps el control de la organización territorial- en esta ocasión ha sido el presidente valenciano el que ha dado el primer paso al frente a favor de la reelección de Rajoy.
Un pronunciamiento insólito en un hombre que ha convertido la paciencia y la discreción en una fórmula de éxito político. De hecho, Camps no estaba preparado ahora para dar el salto a la política nacional y no veía con agrado la posibilidad de que Rajoy -si alguna vez lo pensó- optase por nombrar unas vicesecretarías representativas como las que en su día ofreció Aznar a Rato, Mayor Oreja y al propio Rajoy. Una fórmula que más que proyectarlo en el seno del PP, lo hubiese difuminado al lado de otros dirigentes de menor poder territorial y político que el suyo.
El esquema por el que finalmente ha optado el presidente del PP y candidato a la reelección permite a Camps mantener el hilo directo con Rajoy, sin necesidad de organigramas de por medio. Y, además, coloca una persona de su confianza en el núcleo duro de la calle de Génova, Esteban González Pons, que seguirá estrechamente vinculado a Valencia.
En el órgano de dirección nacional que salga elegido del congreso tienen, además de Camps, garantizada su presencia Rita Barberá, Federico Trillo y, previsiblemente, José María Michavila. Juan Costa, caído en desgracia tras especular con presentar su candidatura alternativa a Rajoy, tiene complicado continuar. Su puesto, en cambio, podría ser ocupado por el vicepresidente económico del Consell, Gerardo Camps, coautor de la ponencia económica y bien considerado en el seno del PP desde su etapa de secretario de Estado de la Seguridad Social. El 16º congreso nacional del PP es, además, un nuevo punto de inflexión para Camps, que ve cómo la influencia de su gran rival, Eduardo Zaplana, en la calle de Génova, simplemente, ha dejado de existir.
Esta nueva situación, previsiblemente, dará alas a Camps para acabar con los núcleos de resistencia que el antiguo zaplanismo mantiene en la provincia de Alicante. Además, con la nueva coyuntura, el presidente de la Diputación de Castellón y del PP provincial, Carlos Fabra, ha dejado de ser necesario para un Camps que tuvo que hacer de la necesidad virtud en su primera legislatura al frente de la Generalitat. Especialmente en un momento en el que el presidente de la Generalitat ha impulsado la proyección de dos castellonenses: el vicepresidente político, Vicente Rambla, y el secretario regional del PP, Ricardo Costa, que no ha dudado en exhibir su lealtad a Camps frente a su hermano Juan.
La discusión del agua en el PP
- Enmienda valenciana. El Partido Popular considera que la política hidrológica requiere un gran pacto entre todos siguiendo las pautas que en 2001 marcó el Plan Hidrológico Nacional
- Enmienda aragonesa. La apuesta por los trasvases no puede ser nunca el eje fundamental de una buena política de progreso para todos, ni es el mejor instrumento para la mejora del medio ambiente, ni el elemento preventivo frente al cambio climático.
- Enmienda valenciana. El derecho al agua es equivalente al derecho a la vida que todos tenemos.
- Enmienda aragonesa. No existe una España seca y una España húmeda, sino grandes contrastes e irregularidades hidroclimáticas.
- Enmienda valenciana. El PP apuesta por que se utilicen todos los medios y técnicas y alternativas para garantizar este derecho, sin prejuicios ni dogmatismos, respecto a desalación, trasvases u otras tecnologías.
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