_
_
_
_
Reportaje:EUROCOPA 2008 | Austria-Alemania

Austria apela al 'milagro' de Córdoba

Alemania, nerviosa ante el duelo decisivo de hoy contra el conjunto que les batió en el Mundial de Argentina 1978

"Regateé a dos, tres, cuatro defensas y batí a Maier. El gol más famoso de la historia de Austria", relataba ayer Hansi Krankl (Viena, 55 años), rejuvenecido al recordar el momento cumbre de su carrera, ahora que el fútbol, por fin, ha vuelto a su país, después de una larga ausencia. Sucedió el 21 de junio de 1978, en el estadio de Córdoba, en el Mundial de Argentina. Rummenigge adelantó a Alemania; Berti Vogts marcó en propia puerta el empate para Austria. El partido llegó igualado al minuto 88. Y, entonces, el locutor Edi Finger inmortalizó el momento en una narración emocionada. "Aquí llega Krankl, entra en el área, chuta... gol, gol, gol, gol, gol. Me estoy volviendo loco. Señoras y señores, estamos abrazándonos todos aquí, mi colega Rippel, el ingeniero de sonido, Posch. Estamos besándonos. Ojalá nos vieran. Creo que los hemos batido".

Krankl: "Tenemos alguna posibilidad. Hemos jugado con el corazón"
Alemania en la Eurocopa
Austria quiere busca pasar a cuartos
Más información
La dignidad del 'Mozart del fútbol'

Un gol necesita de una buena narración para convertirse en leyenda. El de Maradona ante Inglaterra en México 86 tuvo la colaboración inestimable de Víctor Hugo Morales. El de Krankl contó con Edi Finger. "Aquello fue una novedad", explica Krankl, "porque Finger cantó el gol como si fuera una radio española o brasileña". Tras el partido, el reportero del diario Bild se acercó a Krankl y éste le soltó: "Habéis tenido suerte: no estaba en forma". Como respuesta, el periódico sensacionalista alemán publicó el número de teléfono del 9 austriaco. Al día siguiente, el Bild contó que un hombre, incapaz de soportar la humillación, se tiró por la ventana en Berlín; en el Tirol, un turista alemán se abrió las venas; y, en Francfort, una monja se tiró a la yugular de un conductor de autobús que había celebrado los goles austriacos. Otro periódico germano, el Süddeutsche Zeitung inventó un verbo: Cordobaverhindern (evitar Córdoba). Antes del encuentro, el Bild había comparado uno por uno ambos onces y llegó a una conclusión: 11-0 a favor de Alemania. Ayer mismo, el Bild se mofó de los actuales futbolistas de Austria, en respuesta a Harnik, el delantero austriaco del Werder Bremen, que dijo que los alemanes estaban muertos de miedo ante el partido de hoy.

Austria llegó al Mundial de Argentina con dos generaciones unidas. "Prohaska, Jara y yo éramos los más jóvenes; Koncilia, Kreuz y Hickersberger [seleccionador actual] eran mayores. Tengo grabado el partido contra España: 49.000 espectadores en el estadio del Vélez Sarsfield, todos a favor de España. Marqué el gol de la victoria a 10 minutos del final. Me marcaba Migueli, que después fue, con Asensi y Rexach, compañero mío en el Barça".

"¿El milagro de Córdoba? Son partidos que no se pueden comparar", zanjó ayer el seleccionador alemán, Joachim Löw, trasluciendo que han sido tres días de mucha tensión. Sus jugadores analizaron los errores de la derrota ante Croacia en una reunión muy caliente sin el entrenador.

¿Aquella fue la mejor selección austriaca? "Antes estuvo el Wunderteam de Hugo Meisl, pero yo no lo vi jugar. Y después, en los 80, hubo otra buena con Polster y Herzog", analiza Krankl. Austria y Alemania se han enfrentado en 34 ocasiones, algunas de ellas históricas, como la semifinal del 54, cuando Alemania ganaría a Hungría la final de la Copa del Mundo de Suiza: El Milagro de Berna; o la vergüenza de Gijón en el Mundial del 82, el supuesto pacto entre austriacos y alemanes para que Alemania ganara por 1-0 y los dos pasaran a la siguiente fase en detrimento de Argelia.

Austria no tiene a Krankl, ni el notable equipo de los 70 y principios de los 80. Pero hay un acontecimiento, una fecha, un reto que galvaniza a todo el país. "Los alemanes están nerviosos tras su derrota ante Croacia", afirma Krankl. "Antes de la Eurocopa, habría dicho que no teníamos ninguna posibilidad. Ahora sí, porque en los primeros partidos hemos jugado con el corazón. A ver si se repite el milagro de Córdoba".

Fuchs (a la izquierda) y Pogatetz, ayer durante la sesión preparatoria de Austria
Fuchs (a la izquierda) y Pogatetz, ayer durante la sesión preparatoria de AustriaAFP
Krankl, defendido por los alemanes Kaltz, a la izquierda, y Ruessmann, en la acción en la que marcó el tercer gol de Austria a Alemania en el Mundial de 1978.
Krankl, defendido por los alemanes Kaltz, a la izquierda, y Ruessmann, en la acción en la que marcó el tercer gol de Austria a Alemania en el Mundial de 1978.ASSOCIATED PRESS

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_