El cine como ecuación
"El cine es uno de los pocos temas de conversación en los que todo el mundo puede participar. El cine ofrece una especie de derecho universal, como salir a la calle, mirar al cielo, sentir la brisa y preguntarse qué tiempo va a hacer". Son palabras del crítico y escritor David Thomson (Londres, 1941) en su ambicioso ensayo La verdadera historia de Hollywood (The whole equation), publicado en España por la editorial T&B. Mitad ironía malsana, mitad verdad irrefutable, la afirmación de Thomson parte de un discurso sociológico para alcanzar una consecuencia cargada de recelo: el cine ha sido una pieza clave de la cultura popular, pero en los momentos de crisis nadie parece capaz de resolver los problemas. La ecuación completa de la que el escritor nos habla es una fórmula integrada por dos factores: el arte y el dinero. Cómo conciliar ambos con las dosis correctas parece el gran secreto sin resolver. Se pregunta sobre ello aplicando tanto su experiencia como la lógica y el sentido común. Pero ni así se llega a alcanzar la meta.
La historia del cine escenificada por Thomson no es cronológica. Ni siquiera temática. Su reflexión parte del estómago más que de la cabeza; del interior de un cinéfilo apasionado y con conocimiento que, cuanto más sabe, más cae en la cuenta de que en realidad nada sabe. Como dijo el prestigioso guionista William Goldman: "Nadie sabe nada". Ni acerca del arte ni acerca del negocio. Thomson ha compuesto una tarea ingente cargada de reflexión, pero basada en la continua digresión, de ahí que una de sus frases más repetidas sea: "Lo que quiero decir con todo esto es...". Parte de ciertos hechos incontrovertibles o de anécdotas más o menos conocidas para, después de aplicarle su conocimiento del medio, llegar a conclusiones en las que predomina el sentido común. Entre las más importantes: que Estados Unidos haya decidido hacer películas preferentemente para el sector más romo de la sociedad; que el cine y la fotografía hayan caído prendados de la imagen digital hasta el punto de abandonar la confianza en la luz; la arrogancia de la industria en muy distintas épocas, sobre todo la actual; la adicción al dinero y al éxito como reverso tenebroso del trabajo duro, la ambición sana y el arte con mayúsculas...
De este modo, el libro de Thomson se configura como un interesante rosario de informaciones relacionado tanto con la industria como con el arte, comenzando por Avaricia y culminando en Matrix Revolutions, y también como una carta de amor al cine en un momento en el que éste se halla en proceso de transformación. "Consigue un éxito y ya no estás simplemente en el arte de hacer películas, sino en el hecho de fabricar éxitos", afirma sobre la parte interna de la ecuación. "En un mundo en el que el arte es demasiado exigente o austero para llegar a todo el mundo, el cine es un medio que puede conmover a cualquiera, ya sea Henry James o Homer Simpson", culmina sobre la parte externa de la ecuación. Conjugar ambas es un problema irresoluble. De ahí su grandeza.
La verdadera historia de Hollywood. David Thomson. T&B Editores. Madrid, 2008. 352 páginas. 23 euros.
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