El Gobierno con más directivos y menos competencias desde 1996

El aumento de altos cargos en el Gobierno ya se ha convertido en una munición parlamentaria habitual contra el Gobierno en tiempos de dificultades económicas. Pero la primera vez que la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, tuvo que contestar en el Congreso al PP sobre esta cuestión, el pasado 21 de mayo, dijo esto: "La estructura de Gobierno que hemos adoptado es la más adecuada para encarar con eficacia las prioridades de esta legislatura".

Según datos de su ministerio, hoy hay casi 50 altos cargos más que en 1996 en la Administración General del Estado (un 13,2% de incremento). El aumento ha sido de 22 personas tras las elecciones, con un ministerio más. Los datos contrastan con que en estos 12 años se han producido todos los grandes traspasos de competencias a las comunidades autónomas. Más de 500 competencias están en manos de las autonomías, entre ellas la sanidad y la educación completas, y prácticamente toda la justicia. En esta legislatura ha continuado ese proceso de descentralización. De las comunidades dependen 1.300.000 funcionarios. Del Gobierno, 560.000, un 37% menos que en 1996. Pero cada vez tienen más jefes.

"Nosotros creemos en un Estado fuerte y eficaz para garantizar derechos de ciudadanía", contestó Salgado al PP en aquella ocasión. Y dio una explicación de que el Gobierno central no reduzca su estructura, en consonancia con la reducción de sus competencias: "No podemos olvidar además que el hecho de tener un Estado más descentralizado incrementa la necesidad de cooperación y de coordinación con las comunidades autónomas y, asimismo, que el impacto de las nuevas tecnologías demanda una ordenación de los recursos directivos distinta de la que hasta ahora era habitual".

Lejos quedan los tiempos en que José Luis Rodríguez Zapatero, como portavoz socialista en la Comisión de Administraciones Públicas del Congreso, ponía el grito en el cielo ante el aumento de altos cargos en los Gobiernos de Aznar. El "proceso de traspasos a las comunidades entra en contradicción con el crecimiento en la cúpula de la Administración central", decía Zapatero en junio de 2000.