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Reportaje:EUROCOPA 2008 | El mejor debut de España

De vuelta a la tierra

La reprimenda de Luis a Torres contribuye a mesurar la euforia desatada tras la primera victoria de España por más de un gol en una fase final de la Eurocopa

José Sámano

Desatada la euforia general con un exceso de serpentinas tras la victoria frente a Rusia, es necesario el intervencionismo de Luis Aragonés ante el colectivo. Sabio y curtido, nadie mejor para rebajar el éxtasis que alguien que perdió la Copa de Europa por un minuto. Alguien que en su estreno como seleccionador en una gran pasarela también arrancó con una goleada (4-0 a Ucrania en el Mundial 2006) y luego se despeñó junto al grupo en el cruce con Francia. Luis, al que se le ve más terapeuta que nunca, tiene recetas contra el mal de altura. Por eso hizo bien ayer en recriminar la actitud de Fernando Torres, que desairó al técnico al ser sustituido. Un cambio necesario porque España tenía que reforzar el medio campo ante el asalto final ruso y el equipo necesita que Cesc, su relevo, se reivindique de una vez por todas.

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La selección necesita fresco al ariete del Liverpool, jugador de movimientos explosivos y que ha vivido un curso estresante en Inglaterra -en Innsbruck, la hinchada española incluyó en su decorado banderas del club de Anfield-. Nadie ha mimado al Niño como Luis. A Torres siempre le ha dado carrete pese a llevar dos goles en los 15 partidos que ha jugado desde el Mundial 2006. El reproche público de Luis es una medida apropiada contra un posible primer indicio de vedettismo que, si no se ataja a tiempo, convierte los vestuarios en camerinos. Decisivo en el primer gol de España, Torres se asoció bien con Villa y sus 54 minutos de desmarques dislocaron a los guardianes rusos. El valencianista, con un gen goleador más que el ex atlético, polarizó las portadas, pero los dos se necesitan mutuamente. Con los asistentes que tienen y a la contra, resultan punzantes como pocos.

Entre sus aguadores, nadie como Xavi, el termómetro de España. Su hora final ante Rusia debería ser una asignatura obligatoria en las academias futbolísticas. El barcelonista estuvo al quite y torero. Fue el jugador que más pases realizó (63) y su eficacia fue del 86%, lo que revela una precisión de cirujano. Se remangó por encima de Senna cuando más apretaba el contrario y se soltó los grilletes cuando tuvo a su lado a Cesc, junto a quien llegó al área de Akinfeev en el cuarto gol. El manual de Xavi sirve para el toque en campo rival y para la contra desde el propio.

Sofocado el asunto del infantil desplante y, con los pies en la tierra, España tiene motivos para acentuar su autoestima. Primero, por el resultado, tan significativo que es el más abultado conseguido jamás por la selección en una fase final de la Eurocopa -para la UEFA, oficialmente, a partir de cuartos hasta 1976 y de la modalidad por grupos desde 1980-. Eso sí, el listón no estaba muy alto. Más bien, lo contrario: España nunca había ganado por más de un gol. Y, de una tacada, Villa ya ha igualado a Alfonso -tres tantos en 2000- como el máximo goleador español en una fase final. Estadísticas elocuentes del impactante arranque español que no deben ocultar la palidez del adversario, sin sus dos mejores atacantes y con un boquete considerable en su retaguardia, la remolona puesta en escena de España y las debilidades en sus arterias defensivas. Pero, con el viento a favor si el éxito se metaboliza de forma mesurada, todo es subsanable antes de que el equipo alcance la meta volante de los cuartos. Entonces se sabrá su medida exacta.

Los jugadores más famosos de la selección española (lalistaWIP)

Torres pasa ante Luis, que le alarga la mano cuando el delantero fue sustituido contra Rusia.
Torres pasa ante Luis, que le alarga la mano cuando el delantero fue sustituido contra Rusia.EFE

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Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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