Fallece Gonzalo Anaya, el 'mestre republicà' referente de la pedagogía
La comunidad educativa llora la pérdida de un impulsor de la escuela pública
La muerte de uno de los padres de la renovación pedagógica y maestro de muchos, muchísimos alumnos -y de docentes que quisieron seguir aprendiendo de él y de su larga y prolífica vida- viajó ayer a través de la red, en forma de un afectuoso y sentido mensaje.
"Nuestro maestro republicano Gonzalo Anaya, ha muerto. No lo olvidaremos nunca y siempre estará presente entre nosotros", rezaba el escueto y emocionado mensaje enviado a media tarde por Gemma Piqué, vicepresidenta de la Confederación de padres Gonzalo Anaya.
El impulsor de la renovación pedagógica murió a los 94 años
La noticia, que la familia de Gonzalo Anaya (Burgos, 1914) confirmó -por órdenes expresas del maestro- a Carmen Molina, la que fuera la primera presidenta de la confederación de padres que decidió recuperar su nombre, corrió rápidamente por sectores educativos, culturales y políticos. Molina hablaba asiduamente con Anaya, pese a que "el médico se lo había prohibido". Al evocar la figura de Gonzalo Anaya, Carmen Molina recordó la época de posguerra: "Él nunca se exilió, aunque fue de pueblo en pueblo, dando clases. Siempre decía: 'Yo soy maestro y republicano".
Pareciera que con lo de mestre republicà, el profesor nacido en Burgos hace 94 años quisiera limitar el impacto de los reconocimientos como referente de la "pedagogía moderna" con cada vez más predicamento entre los universitarios. Y dejar, de paso, los nombramientos, las cátedras y los homenajes para otros capítulos de su biografía escrita. No para la vital. Para el equipaje diario prefería la sencillez. La lucha obstinada de la que hizo gala hasta ayer a las 9 en punto, la hora en que los niños vuelven a las aulas, que fue la que eligió para despedirse.
El maestro de los años de la Segunda República, doctor en Filosofía, catedrático en institutos y escuelas desde 1953, ejerció una larga tarea profesional. Primero en Santiago de Compostela, donde "en aquellos tiempos de Franco, ya se enfrentó al Régimen y quiso recuperar el gallego para la escuela pública". Lo mismo que luego haría en Valencia desde que llegó a la Escuela de Magisterio en 1973.
Para todo fue un pionero. Y ya son muchas instituciones las que se lo han reconocido. En 2004 le fue otorgada la Medalla de la Universitat de València, motivo por el cual se editó en 2007 su biografía moral, política y pedagógica Gonzalo Anaya. La pasión educativa. Un homenaje en toda regla de sus más fieles discípulos universitarios, entre los que figuran Jaume Martínez Bonafé, Conxa Delgado, Mati Senís o Josep Bisbal. Las universidades, la Federació Escola Valenciana y sindicatos como el STEPV, CC OO y UGT, al que se afilió de joven, lloraron ayer su pérdida. Los restos de Gonzalo Anaya estarán hoy en el Tanatorio Municipal de Valencia. Su cuerpo será incinerado a las 9.30 de mañana en el Crematorio Municipal.
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