Tú a Boston y yo a California

La imagen histórica de Estados Unidos está pespunteada de duelos: Pat Garrett contra Billy el Niño, Wyatt Earp contra los Clanton y los MacLowery, Joe Louis frente a Rocky Marciano, Buster Keaton frente a Charles Chaplin, John Dillinger contra Melvin Purvis, Norman Mailer contra Gore Vidal... El duelo es una simplificación de la justicia, una ordalía en el escaparate del bien y del mal. Retrata algunos aspectos -no todos- de la psicología fronteriza de los norteamericanos, "esas mentes nobles, pero infantiles" que describía el garboso Manolo Morán en Bienvenido Mr. Marshall. Desde California a Massachusetts no hay espectáculo que no se conciba como un rito que exige un vencedor incontestable. El duelo de hoy es el de Los Ángeles Lakers y Boston Celtics, dos equipos de baloncesto que captan el interés de los mitómanos a fuerza de horas de retransmisión televisiva y anfetaminas de mística heroica.

Como en los Lakers juega un español, Pau Gasol, existe entre la prensa y los aficionados españoles un sesgo sutil, aunque perfectamente observable, a favor del equipo de Los Ángeles. Dicen que Gasol y Kobe Bryant son el baloncesto moderno, brillante y simpático, como la mantequilla de cacahuete; y que, por el contrario, los Garnett y Pierce son el baloncesto hosco, enjuto y eficaz. Pues sí, el cliché tiene algo de razón. Entre Lakers y Celtics hay la misma diferencia histórica, profesional y moral -de usos y modos de entender el deporte- que la que hay entre los pases mirando al tendido de Magic Johnson y la majestuosa, pero discreta, mecánica de armar el brazo y lanzar a canasta del inolvidable Larry Bird.

Durante los años ochenta, cuando el rito del baloncesto invadió España, unos, los más, apreciaron la elegancia de los Celtics y otros descubrieron las lentejuelas de la canasta con los Lakers. Unos a Boston y otros a California. Pero hoy la NBA ya no es una galaxia lejana, poblada de tiradores infalibles, más altos y más ricos que los europeos. Al contrario, es un mercado más al que acuden los jugadores españoles para que se vea que son tan buenos tiradores como los del Far West. El próximo en llegar será Rudy Fernández. Con Gasol, los duelos son más próximos, pero menos cruentos.