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Columna
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Interno y externo

Los partidos políticos juegan un papel decisivo en nuestras vidas y los avatares de los partidos que gobiernan es asunto público, por eso se sigue con atención la crisis en el PP. Pero también el PSOE, el partido que formó Gobierno, va a tener su congreso en julio e inmediatamente lo tendrá el PSdG, la organización que, gobernando en coalición, puso presidente en la Xunta y que tiene muchas posibilidades de seguir haciéndolo y además reforzada. ¿Debiera interesar a la ciudadanía lo que va a discutir y aprobar? Creo que sí.

Aquí estamos todos en tránsito, a la Galicia que está más abierta y al fin se mueve le toca espabilar justo cuando afrontamos la crisis mundial y española. También el PSdG está en tránsito, pues probablemente no hay mayor transformación en un partido que cuando pasa de ser oposición a gobernar. Es la hora de la verdad, la de conocer los límites y las posibilidades de la realidad social y política, el momento de asumir verdaderas responsabilidades: ¿Tiene el PSdG capacidad para gobernar esta autonomía que, aunque ha prosperado, presenta serios problemas socioeconómicos y que es una nacionalidad con cultura propia?

Para Galicia sería bueno el entendimiento entre Touriño y el aparato del partido

El PSOE se plantea en su próximo congreso reforzar el control y la centralización de sus agrupaciones provinciales, cree que la estructura de provincias dirigidas desde la dirección central hará un partido más efectivo electoralmente. En apariencia el sistema parece más directo y efectivo, pero alguien tendrá que recordar que un partido además de ser una máquina electoral debiera ser antes de nada un creador de política. Por otro lado, la idea no es precisamente nueva, se trata de volver a la misma estructura centralista anterior a nuestro estado democrático, el cual pone en cuestión las provincias y las ordena dentro de autonomías. La búsqueda de eficiencia es loable en casi todo, pero el centralismo no sólo resultó una forma de administración ineficiente e injusta sino que además generó un gran problema político. El resultado de las pasadas elecciones reforzó al Partido Socialista y debilitó en general a los nacionalistas de las tres nacionalidades, pero sería un gran error creer que eso hace que desaparezcan ahora y para siempre las demandas de autogobierno nacional de Galicia, Euskadi y Cataluña que, cada una a su modo, existen ya desde el siglo XIX. El estado de las autonomías responde a la naturaleza compleja misma de España.

¿Qué dice el PSdG a esto? Parece que lo está discutiendo internamente. A través de Fernández Moreda en la diputación ha reaparecido el socialismo coruñés, que utilizó siempre la estructura provincial para fortalecer su poder local. Sí, parece que el partido está discutiéndolo, parece que dentro de si tiene la contradicción entre Touriño y Blanco.

Pérez Touriño se mantuvo siempre bastante al margen de las organizaciones territoriales hasta que le arrebató la secretaría a Vázquez. Fue y es un secretario general raro, pues no controló el "aparato" del partido, su poder político precisamente se está asentando ahora y da la impresión de que hay una distancia entre él y la organización. También él es un dirigente que está en tránsito. Aparece como un dirigente del socialismo gallego que defiende su territorio político propio, que coincide con el territorio de nuestra autonomía frente a la centralización en curso y que lo dejaría sin poder. ¿Se puede gobernar en nombre de un partido si no se gobierna y se tiene detrás al partido? Touriño debiera creer que no.

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Pero no es un debate exclusivamente interno, también debe ser externo. Los afiliados al partido tendrán sus puntos de vista desde el conocimiento de las diferencias internas pero a la ciudadanía gallega, si existe, no le puede ser indiferente una cosa u otra. Los partidos que gobiernen. Si gobernar es afrontar retos y ponerse objetivos, deben identificarse con la administración que ellos mismos han puesto a gobernar. Para Galicia sería bueno el entendimiento entre Touriño y el aparato del partido y el reforzamiento de su liderazgo. Que el PSdG se refuerce como organización propia en todos los sentidos. O eso o renunciar a gobernar Galicia y limitarse a administrar provincias.

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